Los cuatro ingenios que participan en la actual zafra en Camagüey, sobrepasaron este jueves las 100 100 toneladas de azúcar, informó a Adelante Digital, Lázaro Álvarez Padilla, delegado del Grupo Nacional de AzCuba en la provincia.
El empresario agroazucarero aseguró que las fábricas en activos proseguirán moliendo la materia disponible mientras el clima lo permita, con el objetivo de computar no menos de 115 000 toneladas del crudo con calidad en la primera quincena de mayo.
Explicó que los rendimientos y principales indicadores de la eficiencia fabril han sido bajos en sacarosa, pese a los esfuerzos desplegados por los agroindustriales de Siboney y Panamá, debido a los avatares climáticos que afectaron las plantaciones cañeras quedadas de zafras precedentes y las fallas industriales de los centrales “Batalla de las Guásimas” el mayor productor de la provincia en otras moliendas; en tanto, el “Carlos Manuel de Céspedes”, primero en cumplir el plan técnico-económico la zafra pasada y uno de los más estables generadores de electricidad en el país, este año apenas llegará al 90% de esas pretensiones, si mantiene en funcionamiento eficiente la maquinaria en la recta final de la zafra.
La estrategia de AzCuba en el territorio más extenso de la Isla, es moler toda la caña estimada, principalmente la vieja y quedada de contiendas anteriores, para planificar una venidera Zafra 2020-2021 más productiva desde su inicio, al disponer de retoños y gramíneas nuevas de mayores rendimientos agrícolas que lleguen frescas a los ingenios.
En todas las bases productivas, fábricas de azúcar, talleres y unidades del gremio azucarero… se adoptan las medidas higiénico-sanitarias frente al nuevo Coronavirus y sin detener las faenas rutinarias de corte y molienda, los productores cañeros, no renuncian al cumplimiento de los programas de siembra de primavera y frío, y combinan en lotes y nuevas áreas los cultivos varios básicos como el plátano , la yuca y la malanga con la diversificación de sembradíos de cosechas rápidas: frijoles, boniato, calabaza, frutales… y la crianza de animales, para el aseguramiento alimentario de sus trabajadores, familiares y habitantes de los asentamientos rurales cuyas economías dependen del vital sector agro-industrial.
