Camagüey– En la 30 edición del Premio Nacional Emilio Ballagas ,celebrado en la provincia de Camagüey, Niurki Pérez García, escritora de literatura para niños tuvo el honor de presentar varios textos de su autoría. Entre ellos “Cuentos de Horror para Gatitos”, “Érase un Elefante Distinto” y “La Mancha”, este último con una moraleja sobre la acepción personal, la importancia de la autoestima y la creatividad.
Durante su intervención, la escritora compartió con el público algunas de sus historias más queridas, habló sobre su proceso creativo y el profundo amor que siente de escribir para los pequeños. La presencia de Niurki en el evento reafirmó su compromiso con la literatura infantil, el deseo de seguir inspirando a las futuras generaciones lectoras.
La reconocida escritora empezó en el mundo de la literatura a los nueve años. Desde su infancia mostró una pasión incomparable por las historias y los cuentos. Niuki encontró en la literatura infantil una manera de educar a su hija, conectar con los más pequeños y guiarlos a través de mundos imaginarios donde todo es posible. Su amor por los niños y su dedicación a la escritura para ellos se convirtieron en el motor de su prolífica carrera como autora.
Con el tiempo, se convirtió en una figura emblemática de la literatura infantil cubana. Sus libros abarcan cuentos cortos, pero se ganan el corazón de innumerables lectores. Cada historia escrita por esta camagüeyana está impregnada de su inquebrantable creencia en el poder transformador de la imaginación y la importancia de soñar. Sus obras no solo entretienen, sino que también enseñan valiosas lecciones de vida y estimulan la creatividad.
La escritora ha recibido numerosos reconocimientos por su contribución a la literatura infantil, pero para ella, el mayor premio siempre será la sonrisa y la admiración de sus pequeños y jóvenes lectores. Continuamente inspirada por la curiosidad y la ingenuidad de los más pequeños de casa, Niuki sigue escribiendo con la misma pasión y dedicación con la que empezó su carrera porque ella nunca entendió el mundo de los adultos.