Canales: La fotografía y el compromiso con la Revolución (+FOTOS YVIDEO)

El lente de la cámara fotográfica de Canales fue, uno de los dos, que captó la histórica imagen de Fidel Castro saltando del tanque de guerra en las arenas de Playa Girón, y que después recorriera el mundo como símbolo de la victoria. Sergio Canales Selpa es un floridano (1938- 1981) que tomó las instantáneas en las que aparece el Comandante en Jefe moviéndose por el corredor de la administración del Central Australia y en la zona de operaciones, impartiendo instrucciones, precisando itinerarios, o sobre los mapas, puntualizando cada uno de los detalles del frente de guerra.

La imagen que inmortalizó la gesta de Playa Girón fue Fidel descendiendo victorioso de un tanque T34, luego de haber hecho un disparo que hundió un barco que traía municiones y otros abastecimientos a la fuerza invasora, fue captada al unísono por los fotógrafos Tirso Martínez, de Revolución, Ulises Canales, de Verde Olivo, y Mario Collado, de La Tarde.

Sergio Canales Selpa - EcuRed

Más de 60 periodistas, entre cubanos y extranjeros, estuvieron los días 17, 18 y 19 de abril, días de los combates, y posteriormente en las operaciones en la Ciénaga de los invasores que pretendían huir.

Sergio y su cámara, su cámara y su talento, estuvieron de acción, creando las obras de la memoria y el recuerdo, en las batallas que le sucedieron a Girón. Ahí están sus imágenes de la campaña de la alfabetización, la crisis de octubre, las zafras del pueblo… Su valor y compromiso lo llevaron a las tierras del África y perpetuó la lucha del pueblo vietnamita.

Sergio Canales Selpa, vivió para glorificar con su cámara los grandes momentos y hombres de su tiempo, y con su obra y su vida se dignificó así mismo como ejemplo de la fotografía periodista y revolucionaria de todos los tiempos.

Meses después de llegar a la República Popular de Angola Canales (año 1977) se le declara una enfermedad que se venía desarrollando en él desde hace tiempo pero que nunca tuvo consecuencias fatales. Consistía en fuertes dolores de cabeza que lo obligaban a recostarse donde estuviera y luego expulsaba sangre por la nariz y los oídos.

En 1977, al borde de la muerte, al contraer aneurismas cerebrales y en los procesos post operatorios sirvió para su rehabilitación su gran deseo de vivir y de ser útil a la Revolución. El neurocirujano que trató su caso dictaminó que “la enfermedad de Canales era uno entre mil”; la tercera intervención quirúrgica, en un cerebro ya muy delicado le produjo secuelas definitivas. Hospitalizado en el Instituto de nefrología por una complicación renal, muere el 30 de agosto de 1981 a causa de un paro cardiaco.