Que este 10 de octubre, el Día Mundial de la Salud Mental, se dedique a los entornos de trabajo seguros y saludables, como un factor protector para la salud mental, refleja la preocupación en torno a la necesidad de eliminar las condiciones insalubres, el estigma, la discriminación y la exposición a riesgos como el acoso y otras malas condiciones de trabajo.
Con el lema “Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo”, la Organización Mundial y Panamericana de la Salud advierte que los problemas de salud mental tienen un impacto directo en los lugares de trabajo al aumentar el ausentismo, reducir la productividad y aumentar los costos de la atención médica. Sin embargo, el estigma y la falta de concienciación sobre este tema persisten como barreras para abordar la salud mental en el lugar de trabajo.
De ahí la importancia de medidas urgentes para garantizar que el trabajo evite los riesgos para la salud mental. Los empleadores y los compañeros de trabajo pueden ser agentes de cambio en el lugar de trabajo al combatir el estigma y fomentar el debate abierto sobre este aspecto. También pueden aprender a identificar los signos de problemas comunes de salud mental, como la depresión, y alentar a los colegas que puedan tener dificultades a buscar ayuda.
En el Plan de Acción sobre Salud Mental 2013- 2030 de la OMS se establecen las etapas requeridas para ofrecer intervenciones adecuadas a las personas con trastornos mentales, en particular con depresión, una de las afecciones prioritarias abordadas en el Programa de Acción para Superar las Brechas en Salud Mental.
En el entorno laboral, la mala salud mental puede provocar una disminución del rendimiento, el aumento del ausentismo y de la rotación del personal. La depresión y la ansiedad por sí solas dan como resultado la pérdida de aproximadamente 12 mil millones de días laborales cada año.
Razones convincentes para que los empleadores deben aplicar adaptaciones razonables para apoyar a los trabajadores con problemas de salud mental en el lugar de trabajo. Esto significa, por ejemplo, organizar reuniones de apoyo periódicas, programar descansos frecuentes, reincorporar gradualmente a los trabajadores a las tareas y proporcionar almacenamiento para medicamentos.
Además, los empleadores deben brindarles capacitación para reconocer y abordar los factores estresantes en el lugar de trabajo. Los gerentes capacitados pueden apoyar eficazmente a sus equipos y fomentar un entorno de trabajo más saludable y de mayor apoyo. Deben aplicar adaptaciones razonables para apoyar a los trabajadores con problemas de salud mental en el lugar de trabajo.
Aunque los gobiernos y los empleadores tienen la responsabilidad principal de proteger y promover la salud mental en el trabajo, usted puede tomar medidas para apoyar su propio bienestar. Siempre es válido aprender técnicas para controlar el estrés y ser consciente de los cambios en su salud mental.