Rapsodia de todos los tiempos a Fidel

Vámonos,

ardiente profeta de la aurora,

por recónditos senderos inalámbricos

a liberar el verde caimán que tanto amas (*)

México. Última semana de  noviembre de 1959. Distribuidos en varias viviendas, grupos de expedicionarios del yate “Granma” cumplen las rigurosas medidas de la clandestinidad. No volverán a repetirse errores anteriores. Es de suponer, por las características de su personalidad, que al argentino doctor Ernesto Guevara de la Serna en las horas de espera hacía un recuento de los hechos desde el primer encuentro con Fidel y  la identificación con la causa de los revolucionarios cubanos.

A sus dotes literarias se debe la inspiración, poco antes de partir el día 25 de Tuxpan con destino Cuba, para escribir el poema “Rapsodia a Fidel” –conocido posteriormente como “Canto a Fidel”– cuya primera estrofa es una luctuosa convocatoria a completar las misiones del 26 de julio de 1953, los compromisos de “La Historia de me absolverá”, el programa del Moncada.

Vámonos,

derrotando afrentas con la frente

plena de martianas estrellas insurrectas,

juremos lograr el triunfo o encontrar la muerte.

Cubierto con una larga capa, Fidel supervisa bajo una lluvia intensa el embarque de los revolucionarios y la carga de provisiones en los escasos espacios del yate. El plan era llegar a las costas cubanas el 30 de noviembre, en una acción conjunta con un levantamiento de las fuerzas clandestinas en Santiago de Cuba.

La travesía por el mar Caribe, sin embargo, les hace una mala jugada con el mal tiempo y las roturas del motor del yate. Con retraso llegan a  Las Coloradas, el 2 de diciembre. En Alegría de Pío, el 5 de diciembre, un ataque de los soldados del régimen de Batista dispersa el contingente revolucionario.

Posteriormente, cuando Fidel se rencuentra con Raúl le pregunta: ¿Cuántos fusiles traes? Cinco, responde  Raúl y el jefe de la expedición le dijo que con los dos que él tenía ahora si ganaban la guerra.

Entre reveses y victorias trascurren años de lucha en las montañas y  el clandestinaje. Todos están inspirados en la premisa estratégica que era derrocar militarmente a la tiranía, acontecimiento que remueve al mundo el primero de enero de 1959.

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Otra estrofa del poema del leal médico que posteriormente se convirtió en el combatiente conocido por el “Che” es un vaticinio:

Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos

reforma agraria, justicia, pan, libertad,

allí, a tu lado, con idénticos acentos,

nos tendrás.

Con la contagiosa convocatoria del Comandante en Jefe se marcaron hitos a partir del triunfo rebelde en la Historia cubana: la revolución popular, soberana; victoria de Girón y la digna posición en la crisis de los misiles; internacionalismo en todas sus manifestaciones: supervivencia a los embates de la Naturaleza, el brutal bloqueo económico, financiero y comercial norteamericano, además del derrumbe del socialismo europeo.

Molestó mucho a una decena de sucesivos presidentes de los Estados Unidos, y salió ileso a seiscientos treinta y siete atentados organizados por los órganos de inteligencia y la mafia cubanoamericana.

La visión crítica y creadora de Fidel despejó el camino  correcto durante 63 años para rectificar errores, avanzar en todos los sentidos y reforzar los valores de las futuras generaciones en una sociedad perfectible, pero siempre con todos y para el bien de todos.

En el noventa y cinco aniversario de su natalicio este 13 de agosto la lucha continúa en la fusión de veteranas y nuevas generaciones. La unidad del pueblo junto al Partido y la Revolución no se agrieta, porque todos somos Fidel.

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No pienses que puedan menguar nuestra entereza

las decoradas pulgas armadas de regalos;

pedimos un fusil, sus balas y una peña,

Nada más.

 

(*) Cuando el poema fue publicado por primera vez el 12 de diciembre de 1996. Fidel dijo: “pero a mí me emocionó profundamente – lo conocía -, verlo en ese libro es una impresión indescriptible”