Camagüey- Dicen que la edad es sólo un número, mientras el alma permanezca joven. Sin embargo, desde la concepción social, el envejecimiento se considera una enfermedad contagiosa, cuya cura consiste en aislar a quienes lo «padecen». Yo digo, por el contrario que el paso de los años nos anima a hacer realidad los sueños que quedaron por el camino y a vivir con intensidad la última etapa del viaje.
La vejez constituye otro momento de la vida, y sí, trae muchísimos cambios físicos y mentales, pero el mayor desafío que enfrentan los abuelos proviene desde el entorno más cercano. Considerarlos entes pasivos dentro de la comunidad y relegarlos a las labores hogareñas acrecienta el problema, que crece a la par del envejecimiento poblacional.
El envejecimiento es un fenómeno que aumenta en el mundo, pero en Latinoamérica y el Caribe esta transición demográfica tiene mayor celeridad. Las estadísticas refieren que el 8% de la población tenía 65 años en el 2020 y se estima que se duplique para el 2050.#MINSAPCuba pic.twitter.com/88gNL9n5FV
— Televisión Camagüey (@tvcamaguey) May 13, 2024
Con una mirada intergeneracional, los miembros del proyecto “Con juventud y experiencia” de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey (UCM) abogan por un cambio de pensamiento hacia los adultos mayores.

Creado el 27 de diciembre del 2004, «Con Juventud y Experiencia» atesora cerca de dos décadas de promoción y trabajo para una vejez saludable. Entre sus metas está potenciar los objetivos declarados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Década de Envejecimiento Saludable hasta el 2030; iniciativa que busca integrar a los ancianos al desarrollo económico social de las naciones.
Conferencias, talleres y consultas interdisciplinarias son parte de la labor que realiza el grupo, que se reúne una vez al mes en la Casa Natal de Carlos J. Finlay, ubicada en el corazón de la capital agramontina.
«Nuestra función primordial consiste en divulgar los diferentes estilos de vida saludable que existen para los adultos mayores; hasta ahora con carácter municipal, pero pretendemos extenderlo a otros espacios de la provincia», asegura la Dra. Rita Hernández Rodríguez, jefa del Departamento Docente de Medicina Natural y Tradicional de la UCM.
Según comenta Hernández Rodríguez, el proyecto surge a raíz de las intervenciones comunitarias y la atención a la política demográfica desde la casa de altos estudios. «Integramos en nuestro accionar los resultados de investigaciones de especialistas y estudiantes formados en la universidad. Por tanto, tenemos vinculados a profesionales del área de la geriatría y otras ramas de la salud afines, aunque no desechamos otras actividades como el deporte».

Practicas de Tai Chi y otras modalidades de las artes marciales son promovidas por sus integrantes, la mayoría pertenecientes al Círculo de los 120 años. Al respecto, Carlos Carbonell, instructor de la Escuela Cubana de Wushu y Qigong para la Salud reconoce los beneficios terapéuticos no solo para quienes peinan canas, sino también para las personas de cualquier edad.
«Desde la escuela trabajamos por lograr la integración de los ancianos a la vida activa, pues a medida que pasa el tiempo el estado físico y emocional de ellos se deteriora. Por tanto, nosotros extremamos los esfuerzos en este sentido y hemos tenido excelentes experiencias que lo constatan».
Asegurar la longevidad de las personas, sobre todo con calidad de vida y sin estar marcadas por los estereotipos son máximas que defienden quienes desde la juventud prestan oídos a la sabiduría de abuelos y abuelas.