Juana según Colón, hace 528 años

Más de setenta jornadas, desde agosto a  octubre del 1492, habían trascurrido en el viaje  de las dos carabelas, la “Pinta” y la “Niña”, capitaneadas por los hermanos Pinzón, y una nao, la Santa María, en la que iba Cristóbal Colón –genovés para muchos, español para varios, y catalán para algunos–, con rumbo oeste en busca de una nueva ruta para el comercio con las supuestas Indias.

La tripulación se quejaba del largo viaje  como hizo constar en un compendio de notas  el padre Fray Bartolomé de las Casas: “Miércoles 10 de octubre (…) Pero el Almirante los esforzó lo mejor que pudo, dándoles buena esperanza de los provechos que podrían haber. Y añadía que por demás era quejarse, pues que él había venido a las Indias, y que así lo había de proseguir hasta hallarlas con el ayuda de Nuestro Señor.”

En la noche del jueves 11, Rodrigo de Triana desde la carabela La Pinta avistó la isleta Guanahani. “El viernes el Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra (…) como él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el Rey e por la Reina sus señores…(*). Se dice que era la isla de Guanahani, una de las Bahamas, actual isla de Watling.

El Almirante, en el libro de su primera navegación, acotó: “les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al pescuezo, cascabeles y otras cosas muchas de poco valor Ellos no traen armas ni las conocen, porque les amostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia.”

Continuaron la navegación en la errática búsqueda de una nueva ruta comercial desde Europa a Asia y de paso a la isla de Cipango (actual Japón), conforme una leyenda del célebre explorador Marco Polo de que en ese pedazo de tierra había cantidades de oro cuyos habitantes no se molestaban en explotar.

En las tierras descubiertas de nada sirvieron los intérpretes en latín, griego, árabe, arameo y hasta tártaro, y tuvieron  que reclutar para esas tareas a indígenas de la isla de Guanahani.

Colón, frente a un globo terráqueoSegún las notas de Bartolomé de las Casas: “Domingo 28 de octubre.- Fue de allí en demanda de la isla de Cuba al Sursudueste, a la tierra de ella más cercana(…)Dice el Almirante que nunca tan hermosa cosa vido, lleno de árboles, todo cercado el río, fermosos y verdes y diversos de los nuestros, con flores y con su fruto, cada uno de su manera(…) Saltó el Almirante en la barca y fue a tierra, y llegó a dos casas que creyó ser de pescadores y que con temor se huyeron, en una de las cuales halló un perro que nunca ladró; y en ambas casas halló redes de hilo de palma(…) Dice que es aquella isla la más hermosa que ojos hayan visto(…) Decían los indios que en aquella isla había minas de oro y perlas, y vido el Almirante lugar apto para ellas y almejas, que es señal de ellas, y entendía el Almirante que allí venían naos del Gran Can, y grandes, y que de allí a tierra firme había jornada de diez días. Llamó el Almirante aquel río y puerto de San Salvador”.

 Polémicamente, ese lugar pudo ser la actual Nuevitas (Camagüey), o tal vez Bariay (Holguín). Cristóbal Colón quería que la gran isla se llamara Juana, en honor al príncipe Juan, primogénito de los Reyes Católicos. La conquista española en modo alguno pudo cambiar  la denominación taína de Cuba, que significa la “tierra grande, bien sembrada”.

 Fue precisamente un camagüeyano, Don Felipe Pichardo Moya (1892  – 1957), abogado, periodista, profesor y poeta, uno de los más destacados en el estudio de la historia de los aborígenes de Cuba. «Nuestros orígenes -según sus palabras- son también indios y no exclusivamente castellanos o negros, como se pretende imponer».

El periodista Roberto Funes Funes destaca que las tesis de Don Pichardo se confirman en los miles de vocablos indígenas que enriquecieron definitivamente el Español de Cuba, que están al uso en topónimos –casi en toda la Isla–, sustantivos, alimentos, etcétera… El exterminio o el aniquilamiento, no fue tan radical al menos en el abundante préstamo  del léxico indocubano al lenguaje cotidiano de los tiempos actuales.

 (*)Se respeta la ortografía y redacción original

FUENTES:

 El primer viaje a las Indias. Relación compendiada por Fray Bartolomé de las Casas

 El camagüeyano Felipe Pichardo Moya y su aporte al estudio de los indocubanos. Autor: Roberto Funes Funes (Tomado de Radio Cadena Agramonte

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