El coronavirus está latente

Camagüey continúa en la tercera fase de la etapa de recuperación pos Covid-19, pues así lo determina el conjunto de indicadores que tiene en cuenta el Ministerio de Salud Pública; sin embargo, ante el complejo panorama que viven varias provincias, es preciso reforzar el cuidado y la responsabilidad individual y colectiva.

Ya desde el Consejo de Defensa Provincial se han adoptado un grupo de decisiones, que incluyen el reforzamiento de la vigilancia epidemiológica en los puntos de entrada al territorio, en particular, los que dan acceso desde el occidente y centro del país; y, de igual forma, se ha instado a retomar el uso del nasobuco en cualquier espacio público.

Sin embargo, no basta con el llamado de las autoridades. Es hora de implementar acciones más severas y regresar a prácticas de mayor prevención que, luego de más de 100 días sin casos del nuevo coronavirus en la demarcación, se habían relajado, pero hoy la situación es otra.

La dirección de la nación ha reconocido que se experimenta un rebrote de la enfermedad, y prueba de ello son las elevadas cifras de pacientes confirmados diarios con la Covid-19 en La Habana, y la aparición de otros casos en varias regiones del país, incluyendo uno en Florida, cuya fuente de infección aún no ha sido precisada.

El riesgo, entonces, está latente en todo momento, porque se trata de un padecimiento altamente contagioso, y sobre todo, porque a pesar del esfuerzo que hacen el Estado y Gobierno cubanos, muchos irresponsables burlan lo establecido para frenar la pandemia, sin que la respuesta a tales comportamientos sea todavía lo suficientemente enérgica.

Como es mejor precaver que tener que lamentar, estamos a tiempo de no regresar a los angustiosos días de abril y mayo y, para ello, desde lo personal y lo colectivo hay que ser más conscientes del peligro de esta enfermedad y desterrar dañinas prácticas.

En varios lugares el lavado de las manos se ha dejado de exigir, y ni siquiera en espacios cerrados algunos usan el nasobuco, aunque se recomienda, incluso en esta tercera fase, empelarlo en cualquier sitio, pues nadie sabe en qué momento tendrá contacto cercano con una persona infectada, por muy solitario que transite por las calles.

El problema de las colas es otro aspecto importante que atañe a esta situación, porque si bien hemos dado un golpe significativo a coleros, acaparadores y revendedores, parece una utopía lograr el tan necesario distanciamiento físico, una de las recomendaciones fundamentales para evitar el contagio.

Cuba transita por una compleja situación como consecuencia de la Covid-19, y aunque Camagüey no es de las provincias más complicadas en ese sentido, los agramontinos precisamos también extremar las medidas ante el peligro que, por diversas razones, está latente.

(Caricatura tomada de Televisión Avileña)