A pesar de los estragos del bloqueo y del impacto de la COVID-19, Cuba no renuncia a crecer alrededor de un 6 % en 2021, aseguró este jueves, en conferencia de prensa, Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y titular de Economía y Planificación.
Al ofrecer una actualización sobre el comportamiento en los primeros cuatro meses del año, apuntó que el crecimiento del Producto Interno Bruto se estima, a partir de la contracción de 2020, en el orden del 11 %, por lo que no responde a un aumento considerable de niveles de actividad, ya que la gestión económica aún estaría por debajo de lo alcanzado en 2019.
Para respaldar esta proyección se espera por la recuperación gradual del turismo, que prevé el arribo de cerca de 2,2 millones de visitantes, unido a los resultados favorables de actividades como las exportaciones de níquel y los servicios de telecomunicaciones.
Gil Fernández afirmó que el bloqueo ha mantenido toda su presión, por lo que constituye el principal obstáculo para desarrollar la economía, cuyas afectaciones durante el último año superan los 5 500 millones de dólares, y en el quinquenio los 17 000 millones.
Tales cifras, subrayó, representan entre 12 y 15 millones diarios e impactan en todos los ámbitos, con énfasis en la salud, el transporte público, la infraestructura hidráulica y la inversión extranjera.
Respecto al enfrentamiento a la COVID-19, informó que ya suman 300 millones de dólares los gastos asociados, en tanto el Presupuesto del Estado ha erogado unos 2 000 millones de pesos. No obstante, acotó, el costo indirecto, vinculado a la paralización de actividades productivas y de servicios, es mucho mayor.
Sobre la Tarea Ordenamiento, el Ministro de Economía reiteró que, si bien se han presentado problemas de diseño e implementación, también se ha escuchado al pueblo, se han rectificado decisiones, y ya se aprecian algunos aspectos positivos, los cuales deben hacerse más visibles en lo adelante.
Mencionó que crecen las exportaciones de bienes respecto a igual periodo de 2020, se han generado más de 150 000 nuevos empleos y hay un sistema más efectivo y transparente para medir los costos.
Alejandro Gil comentó que unas 1 300 empresas obtienen utilidades al cierre del periodo, al tiempo que poco más de 500 muestran pérdidas. Este último número, valoró, supera al de otras épocas, solo que antes del ordenamiento muchas entidades, sin percibirlo, tenían igual comportamiento.
Sobre la pertinencia de la medida, explicó que retrasarla o aplicarla por partes hubiera sido más traumático y desestabilizador, y señaló que hay problemas, como la escasez de ofertas, que no deben achacarse al ordenamiento.
El Vice primer ministro remarcó que se mantiene la tasa oficial de cambio del dólar respecto al peso cubano de 1×24, aunque en el mercado informal, ante la imposibilidad del país de vender divisas a la población, la tasa oscile entre 50 y 60 pesos. Reconoció que las fuertes limitaciones financieras del país no han permitido resolver en lo inmediato las restricciones de ofertas que sufre el mercado.
Pese a ello, aseveró, el Gobierno cubano no ha recurrido a medidas neoliberales, ni de choque, sino que trabaja en la adopción de estrategias que permitan incrementar la producción de alimentos, aumentar la eficiencia y fortalecer la empresa estatal, así como el encadenamiento de esta con todos los actores económicos.
