¿Paseando? !NO¡

Por razones de mi edad y mi hipertensión arterial, me he visto alejado de las calles y de las rutinas laborales por espacio de algunas semanas.
El viernes salí por la necesidad de entregar informes y otros asuntos de trabajo, y confieso que quedé desagradablemente sorprendido con la inusitada cantidad de personas en la vía pública.

Es cierto que la ciudad de Camagüey la habitan más de 300 mil personas, la mayor parte concentradas en la reducida área que pudiéramos llamar «más antigua» en una urbe que sobrepasa el medio milenio.
También es verdad que hay carencias y al menos un miembro de cada familia debe salir a conseguir lo necesario para el hogar.
Pero al margen de las largas colas para adquirir productos de aseo o alimentos, hay un enorme grupo que simplemente deambula curioseando aquí y allá, conversando en amenas tertulias en alguna esquina y de paso interrumpiendo el uso de las aceras.
Son principalmente personas de entre 20 y 50 años de uno u otro sexo, que se exponen de forma irresponsable y lo que es peor, exponen a los demás.
No echemos por la borda los esfuerzos y desvelos de las autoridades para enfrentar la Covid-19: quedemonos en casa.