Dos camagüeyanos y una misma profesión

 

CAMAGÜEY.- Este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicó su celebración por el Día Mundial de la Salud -fecha que coincide con la fundación de la OMS- a la labor de Enfermería. Los cubanos, por colaboración médica, están presentes en 61 países, donde prestan servicios 28 268 profesionales de la Salud. De Camagüey suman 1 994 colaboradores, cifra que varía, para aumentar, casi a diario.

En estos tiempos en que el mundo enfrenta la COVID-19 y la nación caribeña convocó a la formación de contingentes de la brigada Henry Reeve, especializada en atención sanitaria ante emergencias, por solicitud de varios países, muchos han sido los colaboradores que han cambiado sus roles para incorporarse al trabajo activo contra el coronavirus como parte de ese grupo de avanzada creado por Fidel en el 2005.

Con dos enfermeros camagüeyanos que solidariamente prestan sus servicios fuera de Cuba, conversó Adelante Digital a través de Facebook.

JAMAICA

Fotos: Cortesía de los entrevistadosFotos: Cortesía de los entrevistados

Raiza Torres Varona, es Licenciada en Enfermería, con 20 años de servicio, Diplomada en Terapia Intensiva y forma parte del colectivo del hospital universitario Manuel Ascunce Domenech, de Camagüey . Cumplió misión en el estado Amazonas, Venezuela (2012-2014), y presta su servicio en Jamaica.

La conozco desde los años de estudiantes cuando se definió su vocación por esta labor de infinita entrega. Luego de nuestro saludo y mi preocupación por su estado de salud, comenzamos el diálogo.

“Jamiaca fue uno de los países que solicitó que personal médico cubano para enfrentar el SARS-CoV-2. Arribamos el 21 de marzo los 140 cooperantes, en su mayoría Licenciadas en Enfermería, con dominio del idioma inglés y experiencias en misiones anteriores.

“A nuestra llegada nos recibió el Ministro de Salud Pública en Jamaica, la embajadora cubana y el jefe de la misión de la brigada médica en este país. La acogida ha sido excelente, nos ven como la luz que va a salvar a su pueblo ante la COVID- 19.

“Aquí ya había una brigada cubana, pero ambas naciones acordaron completar la cifra del convenio con miembros de la ‘Henry Reeve’, teniendo en cuenta la situación actual. Estuvimos en cuarentena 14 días en dos instalaciones en Kingston”.

El pasado 4 de abril, y luego de concluido el aislamiento obligatorio fueron desplegados por todas las regiones.

“Para la zona noreste Montegobay nos trasladaron a un grupo de más de 40 enfermeros y de allí a las diferentes zonas. Catorce de ellos, que me incluyo, en Savanna la Mar, trabajando en el hospital público, donde están creadas las condiciones de seguridad y protección. Sus pobladores nos saludan con mucha alegría, y en inglés nos dicen ‘llegaron las enfermeras cubanas’ …es muy emocionante. El personal del hospital ha sido muy atento y cordial”.

Raiza es de esas personas siempre alegres que transmiten mucha energía positiva. Es así desde la juventud y hoy veo esa misma alegría en su foto de perfil y en la manera en que asume este nuevo reto profesional, algo imposible sin el apoyo desde casa. “La comunicación con los familiares resulta importante y ha sido excelente, gracias al apoyo de los representantes cubanos en Jamaica”.

Al final de nuestra conversación, no faltó el: «cuídate mucho», de ambas partes.

El pasado 4 de abril, y luego de concluido el aislamiento fuimos desplegados por todas las regiones. La embajadora cubana y el jefe de la misión de la brigada médica nos acompañaron en la despedida.

El pasado 4 de abril, y luego de concluido el aislamiento fuimos desplegados por todas las regiones.                                                           La embajadora cubana y el jefe de la misión de la brigada médica nos acompañaron en la despedida.

VENEZUELA

Con él, el diálogo es diario, así acordamos cuando partió a su nueva misión. Además, es ley de familia, desde que, hace 42 años, con la suerte de compartir apellidos y padres, se volvió el sello de nuestra cofradía.

Hoy la conversación fue diferente, y hasta pensó era broma la seriedad de mis preguntas. Quizás porque siempre estamos bromeando nunca pensó que ahora mismo, él, que es uno de los valientes por los que aplaudo cada noche, también pasaba de hermano a entrevistado. Después de la risa virtual entendió mis razones y contestó a mis preguntas.

En el CDI Cruz Villegas, ubicado en Coche, perteneciente al municipio Libertador, del Distrito Capital hay 47 colaboradores, médicos de comunidad, intensivistas-diplomados de fisiatría, ecografía y endoscopía, enfermeros intensivistas, emergencia, atención al pie diabético, rehabilitadores, óptica, laboratorio, Rayos X y estomatólogos. Allí labora Gilberto Valdés Muñoz.

Licenciado en Enfermería, luego realizaría la especialidad como enfermero intensivista y es trabajador del Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM) en Camagüey. En la actualidad cumple con su segunda misión internacionalista, 16 meses en el estado de Amazonas y desde agosto del 2019 en Distrito capital. La primera había sido también en Venezuela en el estado Miranda (2010 al 2013).

“En estos momentos el sistema de trabajo está dividido en dos grupos. Los médicos intensivistas y los diplomados junto a los enfermeros y laboratorio trabajamos en el CDI, atendiendo a los casos sospechosos y confirmados, el resto están en función del pesquisar casa a casa en las comunidades que pertenecen al Área de salud integral comunitaria (ASIC).

“Dentro del CDI utilizamos trajes protectores y en la calle, nasobucos. Hasta ahora hay percepción del riesgo por parte de la población y cuando se detecta algún paciente con síntomas se envía para el CDI y ellos van de forma inmediata. Esto se logra en conjunto con el consejo comunal y líderes de la comunidad.

Gilberto, que bien conoce la cara del peligro, no pierde oportunidad para calmar las preocupaciones. “Estamos bien, y para que esa tranquilidad sea mayor, quédate en casa y así poder realizar el trabajo con todos los sentidos puesto en nuestra labor y protección. Gracias a todos por los aplausos de cada noche, nosotros lo recibimos con cariño y emocionados”.

Sé del amor, dedicación y pasión por la Enfermería de Raiza y Gilberto. Sé cómo sufren cuando se separan de sus familiares -porque lo sufrimos también- para cumplir con tan noble labor. En espera del rencuentro, de los abrazos, de los besos, el brindis y las fotos, cada parte hace lo que le toca: cuidarse, cumplir las medidas todos; ellos salvar, y nosotros cuidar la retaguardia.