Camagüey- La belleza caracteriza al Jardín Botánico Julián Acuña Galé, un sitio donde se atesoran especies exóticas amenazadas del archipiélago Sabana-Camagüey. Allí, promover la cultura ambiental es el principal propósito, aunque ofrezcan otros servicios desde el 6 de septiembre de 2015, fecha de su inauguración.
Ubicado al este de la ciudad de Camagüey, dispone de 72 hectáreas y una colección de plantas de más de 800 especies que incluyen variedades de sol y sombra, acuáticas, orquídeas, cactus, bambúes, helechos y otras de demostradas propiedades terapéuticas. Destaca, de igual forma, por el bosque siempre verde, las plantas exóticas y frutales, el área Palmetum y la zona Acunana que preserva plantas estudiadas y descubiertas por el botánico y científico cubano Julián Acuña Galé (1900-1973).

El vivero es el corazón del Jardín Botánico, donde especialistas, directivos y colaboradores identifican las especies, completan las colecciones por zonas botánicas y potencian la investigación con colaboradores permanentes de la Universidad Ignacio Agramonte de la provincia y procedentes de varias instituciones pertenecientes al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio ambiente (CITMA).
Actualmente, el colectivo del vergel trabaja en la creación de la sala de vuelo del Mariposario, promueve rutas turísticas y recupera el área dedicada a los cactus. La infraestructura es de las mejores del país por la disponibilidad de instalaciones para el desarrollo de la actividad botánica y la recreación de los visitantes.

El país cuenta con una red de jardines botánicos, entre ellos sobresalen el de Cienfuegos (el más antiguo), el Nacional, el orquideario de Soroa y el de helechos en Santiago de Cuba. En el caso, el agramontino, segundo más extenso de Cuba mantiene el precepto de conservar los valores naturales del área, la investigación científica y la promoción de la cultura ambiental.
Por María del Carmen Fuentes Pérez