Ante el Tribunal Supremo de Justicia y con la presencia de invitados de todo el mundo, Nicolás Maduro tomó posesión hoy de la Presidencia para el período constitucional 2019-2025 en la República Bolivariana de Venezuela.
Según informó la Agencia Cubana de Noticias, delegaciones de 94 países y de diversos organismos internacionales acudieron este jueves a la ceremonia, entre ellos Miguel Díaz-Canel, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Evo Morales, presidente de Bolivia, Daniel Ortega, de Nicaragua, y Salvador Sánchez Cerén de El Salvador, entre otros.
Una delegación de China, encabezada por su ministro de Agricultura y Asuntos Rurales, Han Changfu, llegó para la toma de posesión y afianzar relaciones diplomáticas, e igualmente, se encuentran en Caracas el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), Mohammed Sanussi Barkindo, y el ministro de Economía, Desarrollo, Petróleo, Comercio e Inversión de Belice, Erwin Contreras.
También participarán las delegaciones de Rusia, Argelia, San Vicente y las Granadinas, Osetia del Sur, Irlanda, Belarús y Sudáfrica, además del Vicepresidente de Surinam, Michael Ashwin Adhin, el Canciller de Antigua y Barbuda, Everly Paul Chet Greene, el primer ministro de San Cristóbal y Nieves, Timothy Harris; el líder y activista de la República Democrática del Congo, Ronald Lumumba; y el vicepresidente de la República de Turquía, Fuat Otkay.
Esta toma de posesión es un paso hacia la paz en Venezuela, dijo el mandatario que juramentó ante la institución jurídica en cumplimiento del artículo 231 de la Constitución bolivariana en la cual se recomienda seguir este procedimiento si por cualquier motivo sobrevenido el presidente o presidenta de la República no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, la cual en estos momentos se encentra en desacato.
Maikel Moreno, presidente del TSJ, destacó que Maduro fue electo con el 67,84 por ciento de los votos favorables en las elecciones realizadas el 20 de mayo de 2018, en las que el pueblo venezolano, fiel a su tradición republicana, dejó un claro ejemplo de civismo, democracia y madurez política