La juventud: la piedra en la que siempre tropiezan los chacales… y los tontos

Desde que Cuba es Cuba siempre ha sido objeto de una intensa atención por parte de las potencias de turno, y no para bien, como lo demuestra la historia de esta pequeña porción de tierra que fue el centro de las rutas de la colonización –o mejor, del saqueo—del continente recién descubierto por el almirante.

 EEUU crea un Grupo Operativo de Internet para la subversión en Cuba http://www.cubadebate.cu/noticias/2018/01/23/eeuu-crea-una-fuerza-de-tarea-en-internet-para-subversion-en-cuba/#.Wmi7W7CkG1s

Y por desgracia esa atención ha estado marcada por el derramamiento de sangre, la distorsión de la realidad, la tergiversación de la historia y el intento de engañar al pueblo, sobre todo a las nuevas generaciones, supuestamente –craso error—permeables a la manipulación de los hechos y el engaño.

De extremos está lleno el libro de la vida en la mayor de las Antillas, y en buena medida los muchachos han sido el blanco de la violencia, como cuando el dictador Gerardo Machado (muy bien llamado ¨asno con garras¨) ordenó el asesinato de Julio Antonio Mella, indiscutible líder  de los oprimidos.

Años después, se levanta la Generación del Centenario con Fidel al frente, y de nuevo se ensañan los esbirros con los ¨pinos nuevos¨ de que hablara Martí… caen Abel, Frank, José Antonio y muchos más en el decursar de una etapa de lucha sin cuartel, de David contra Goliat.

Triunfa la Revolución y de inmediato ocurre el éxodo de profesionales, fundamentalmente de la salud, pero también de la educación, un dardo que sin dudas punzó la formación de niños y jóvenes, pero desde la campaña por la alfabetización otra fue la realidad, y comenzó el ascenso imparable de aquellos que conocieron de una vez que ¨saber leer es saber andar, saber escribir es ascender…¨

Arremeten de nuevo los que ni aman ni fundan, sino que agreden y destruyen, y ponen en marcha el penoso capítulo llamado ¨Operación Peter Pan¨ en un intento de herir de muerte a la Patria, al privarla de buena parte del relevo.

Y así, una vez tras otra, sucesivos planes para  reclutar jóvenes con el afán de crear falsos líderes de opinión, con el engañoso cebo de becas e intercambios en el extranjero, que tras la fachada de una imaginaria ayuda académica repleta de ¨bondad¨ e ¨inocencia¨, esconden las ominosas intenciones de los lobos de Washington, Langley y la arcaica contra-Revolución de Miami.

Pero si bien es cierto que hay lobos, y muchos, la enorme verdad es que no hay corderos que devorar, y sí leones de la estirpe de Céspedes, Agramonte y los Maceo.

 Tras los frustrados intentos del ¨Sunsuneo¨  y otros por el estilo, hoy se cocinan nuevos proyectos desestabilizadores en los salones  de la Casa Blanca, pero sin ser adivino, ni experto, ni dármelas de sabihondo, les advierto a los señores de aviesos pensamientos, que ni se esfuercen, porque los ciegos, los necios y los que se dejan engañar siempre tropiezan con la misma piedra, esa que no se ha movido ni un milímetro desde el primero de enero de 1959.