Vilma, “Deborah”, la mujer en Revolución (+FOTOS Y VIDEO)

Muchas cubanas y,  también,  cubanos sienten a veces tener a su lado a Vilma. La heroína de la clandestinidad y combatiente del Ejército Rebelde  consagró toda su vida  a la gestión transformadora por la presencia igualitaria  y las obras para beneficiar a la mujer en todos los elementos de la sociedad  socialista.

A trece años de la desaparición física, se rememora el patriotismo de la joven bella santiaguera frente al golpe de estado del general Fulgencio Batista, el 10 de marzo  de 1952 y la manera en que la entonces alumna de Ingeniería Química en la Universidad de Oriente sobresalió en las manifestaciones populares  contra la dictadura.

Trascendentes son sus complejas acciones en la clandestinidad, pues  bajo el seudónimo de “Deborah” ocupó  cargos decisivos en el movimiento 26 de Julio, surgido luego del asalto de al cuartel Moncada, encabezado por Fidel, y el apoyo al desembarco de los expedicionarios del yate Granma. Posteriormente, en julio de 1958, se incorpora a la lucha guerrillera en el Segundo Frente Oriental “Frank País”.

Fidel Castro junto a Vilma Espín, Celia Sánchez (en el centro) durante el acto de fundación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en el teatro Lázaro Peña en La Habana, 23 de agosto de 1960. Foto: Mujeres / Sitio Fidel Soldado de las IdeasLa impronta del quehacer revolucionario de Vilma se incrementa luego del triunfo del Ejército Rebelde el primero de enero de 1959, y deja inolvidables huellas en la extensa trayectoria  desde que fundó la Federación de Mujeres Cubanas el 23 de agosto de 1960 y en otras trascendentales tareas como integrante del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y el Consejo de Estado. Con un delicado estado de salud, la Heroína de la República de Cuba falleció en La Habana  el 18 de junio de 2007. Sus restos mortales reposan en el interior de una enorme piedra en el Mausoleo del Segundo Frente en la Sierra Cristal.

Hoy Cubadebate y el sitio Fidel Soldado de las Ideas recuerdan fotos y fragmentos de la reflexión que escribiera el líder histórico de la Revolución, “Las luchas de Vilma” al momento de su muerte, cuyo artículo reproducimos a continuación:

Vilma ha muerto. No por esperada la noticia dejó de golpearme. Por puro respeto a su delicado estado de salud nunca mencioné su nombre en mis reflexiones.

El ejemplo de Vilma es hoy más necesario que nunca. Consagró toda su vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con honrosas excepciones revolucionarias.

No siempre fue así a lo largo de la evolución histórica de nuestra especie, que la llevó a ocupar el papel social que le correspondía como taller natural en que se forja la vida.

En nuestro país la mujer emergía de una de las más horribles formas de sociedad, la de una neocolonia yanqui bajo la égida del imperialismo y su sistema, en el que todo lo que el ser humano es capaz de crear ha sido convertido en mercancía.

Desde que surgió en la lejana historia lo que se llamó la explotación del hombre por el hombre, las madres, los niños y las niñas de los desposeídos soportaron la mayor carga.

Las mujeres cubanas trabajaban en los servicios domésticos, o en tiendas de lujo y bares burgueses, donde además eran seleccionadas por su cuerpo y su figura. Las fábricas les asignaban los trabajos más simples, repetitivos y peor remunerados.

En la educación y la salud, servicios que se prestaban en pequeña escala, su imprescindible cooperación era realizada por maestras y enfermeras a las que solo ofrecían un nivel medio de preparación. La nación, con 1 256,2 kilómetros de extensión, contaba únicamente con un centro de educación superior ubicado en la capital, y más adelante, con algunas facultades en centros universitarios de otras 2 provincias. Como norma solo podían estudiar en ellas jóvenes procedentes de familias con ingresos más altos. En muchas actividades ni siquiera se concebía la presencia de la mujer.

He sido testigo durante casi medio siglo de las luchas de Vilma. No la olvido en las reuniones del Movimiento 26 de Julio en la Sierra Maestra. Fue enviada finalmente por la dirección de este para una importante misión en el Segundo Frente Oriental. Vilma no se inmutaba ante peligro alguno.