Más de una generación de cubanos ha rememorado cada 6 de octubre a las víctimas inocentes del atentado contra el avión de Cubana de Aviación, que había partido en horas de la tarde luego de una escala en la isla caribeña de Barbados con el destino final en La Habana.
Recordar esos sucesos aun nos estremece hasta la médula. La tripulación de la nave aérea trató de mantener en el aire el DC 8 y realizar un aterrizaje de emergencia, después que dos explosiones consecutivas afectaron el fuselaje del avión.
Una y otra vez, durante cuarenta y cuatro años, retorna la sensación de amarga impotencia al escuchar la grabación del llamado de auxilio del capitán Wilfredo Pérez al aeropuerto barbadense, de donde habían partido diez minutos antes:
«Tenemos una explosión a bordo, estamos descendiendo inmediatamente… Tenemos fuego a bordo »
Cercano a la isla se produce la segunda detonación y entonces el copiloto advertía, desesperadamente, a su jefe:
«… eso es peor, pégate al agua Felo, pégate al agua»
La nave de Cubana de Aviación, fuera de control, empinó bruscamente su nariz a las profundidades del mar.
Al recordar ese golpe artero de la contrarrevolución apañada por los Estados Unidos contra el pueblo cubano es necesario referirnos la sentenciosa frase de nuestro José Martí:
“Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan, y los que odian y deshacen”
Un total de 57 hombres y mujeres, compatriotas…los que aman y fundan”, vieron truncados sus futuro, entre ellos los 24 jóvenes esgrimistas que habían ganado las medallas de oro en el Campeonato Centroamericano y del Caribe. Igualmente, habían tomado ese vuelo un grupo de once guyaneses — varios eran estudiantes de medicina– y cinco funcionarios norcoreanos. En total 73 pasajeros y tripulantes.
De “…los que odian y deshacen” es el siniestro personaje Luis Posada Carriles, uno de los organizadores de la masacre, junto a secuaces de la mafia cubanoamericana. Desde aquel entonces, sucesivos gobernantes norteamericanos no dejaron de proteger y financiar a este “luchador”, quien sumó a su abultado expediente operaciones contra pueblos latinoamericanos.
Los autores materiales y luego confesos del atentado contra la nave de Cubana de Aviación fueron los mercenarios venezolanos Hernán Ricardo Lozano y Freddy Lugo. Ellos pusieron las dos bombas con explosivos C4 que estallaron en pleno vuelo.
Un documento desclasificado años después del criminal atentado por el Buró Federal de Investigación (FBI) confirma las acusaciones de los cubanos.
…(una fuente reservada) confirma que Posada y Bosch (Orlando Bosch Ávila) fueron los que desarrollaron la bomba del avión…En inglés: «(a confidential source) all but admitted that Posada and (Orlando) Bosch had engineered the bombing of the airline.»
En el sepelio de las víctimas del abominable crimen en Barbados nuestro Comandante en Jefe resumió en una frase el sentimiento del pueblo cubano, que con el pasar de los años, se multiplica
. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!
Desde entonces, cada 6 de octubre en Cuba, es el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado
(Fotos de la revista Bohemia y PL .Video de CUBACUSA)