Camagüey- La joven Hetzel Esperanza Batista Mustelier se debatía entre la biología y la veterinaria para el futuro profesional, sin embargo, una vivencia personal con un familiar con Síndrome de Down la llevo a querer ayudar a personas erróneamente catalogadas como diferentes.
En el largo camino de la medicina llegó a la logopedia y foniatría, la cual constituye la rama que trata la etiología, la patogenia, la sintomatología, la evolución, el diagnóstico, el tratamiento y la profilaxis de las afecciones de la comunicación verbovocal, es decir, del lenguaje, del habla y de la voz.
En su consulta, amplia y acogedora, destaca el estante de juguetes, tesoro para los niños y adorable para las familias. Tampoco es una doctora que utilice todo el tiempo la bata blanca, sino que opta por ropa médica colorida y con dibujos. Quizás por ello se ha ganado el sobrenombre de la Doctora Juguetes, en analogía al popular dibujo animado.
En conversación reconoce que lo más gratificante es la evolución favorable y el recuerdo de la familia. La inclusión es una temática muy presente en esta profesional; considera que falta un largo camino en esta esfera porque la sociedad aún es muy reservada con niños o adultos que presentan condiciones o situaciones de discapacidad.
Hetzel reconoce su amor hacia los niños y lo agradable de trabajar con ellos. Cada día asume la responsabilidad que los padres depositan en ella al dejar bajo su guía la evolución de sus hijos. En sus años de trabajo ha conocido muchos casos; cada uno diferente al otro aunque tengan el mismo diagnóstico. Cada niño es un mundo, y, por tanto, el tratamiento es individual y directo. La relación con la familia es fundamental en esta especialidad.
La doctora volcada a su labor se convierte en una aliada dentro del cuadro familiar. En cada caso escucha miedos o inseguridades; padres con un diagnóstico ya establecido, incluso antes de la consulta; ofrece esperanzas y regaña en caso de ser necesario. Todo esto con el mismo objetivo: la calidad de vida del paciente.
Para algunos diagnósticos y conductas terapéuticas, la especialidad se apoya en el uso de instrumentales y equipos, así como del auxilio de exámenes complementarios, imageneológicos y neurofisiológicos. A ello se une la capacidad de observación, la cual es base para un futuro diagnóstico.
Les permito jugar o cantamos y hacemos cuentos. Estoy en constante comunicación con los padres. En algunos casos no existe una cooperación desde el primer momento porque no me conocen o están temerosos, pero hay aspectos que ya he podido observar con una simple actividad como es el juego. explica.
El estudio constante junto con la actualización de investigaciones a nivel mundial es fundamental para esta profesional. De esta manera se mantiene al día con aspectos como el implante coclear, una de las políticas sanitarias para Cuba con la adquisición de estas prótesis.
En el tercer piso del Policlínico de Especialidades del Hospital Pediátrico de Camagüey se encuentra el espacio de trabajo de la Doctora Juguetes. Junto a sus alumnos interactúa a diario con la infancia y la adolescencia. Con palabras amorosas, juegos, conversaciones tranquilas e indicaciones precisas se cerca el temor y crece la esperanza hacia una mejor comunicación de la mano de familias felices.