El 10 de octubre, primera campanada por la libertad de Cuba

Por Yadira Nuñez Figueredo/Radio Camagüey

La Mayor de las Antillas celebra este lunes el aniversario 148 del inicio de la lucha independentista contra el colonialismo español

La Cuba de hoy, agradece lo que es a muchos hombres que tuvieron el coraje y la decisión de luchar y entregar sus vidas por la libertad plena de un país que ya no podía seguir viviendo bajo la opresión del yugo español y luego norteamericano.

Dentro de nuestra historia y de los protagonistas de esta realidad que hoy vivimos, encontramos a Carlos Manuel de Céspedes, ese que hizo que el 10 de octubre del año 1868 sobresaliera en el calendario y trascendiera para siempre como una fecha que marcó el inicio de nuestras luchas independentistas.

De aquel suceso, nuestra historia recoge con orgullo el arrojo con que Céspedes liberó a sus esclavos y los convocó a luchar por un país libre, independiente y soberano.

Aquel 10 de octubre el ingenio La Demajagua, fue testigo de sus palabras: “¡Ciudadanos, exclamó, hasta este momento habéis sido esclavos míos. Desde ahora, sois tan libres como yo. Cuba necesita de todos sus hijos para conquistar la independencia. Los que me quieran seguir que me sigan; los que se quieran quedar que se queden, todos seguirán tan libres como los demás”.

A partir de ese momento, 10 años de lucha, en los que prevaleció un carácter nacional-liberador, antiesclavista y democrático, demostraron que en los cubanos  comenzaba a madurar una conciencia nacional y patriótica y que no se detendría hasta alcanzar la absoluta independencia del primero de enero de 1959.

La importancia histórica de aquel hecho y el protagonismo del Padre de la Patria, fueron resaltados por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz durante su discurso pronunciado en la velada conmemorativa de los cien años de lucha, efectuada en La Demajagua.

En esa ocasión, Fidel expresó: “No hay, desde luego, la menor duda de que Céspedes simbolizó el espíritu de los cubanos de aquella época, simbolizó la dignidad y la rebeldía de un pueblo —heterogéneo todavía— que comenzaba a nacer en la historia”.

Es por ello que cada 10 de octubre cobra mayor vigencia en nuestra historia, pues la Cuba que hoy disfrutamos debe lo que es, a hombres que como Céspedes demostraron que no había más tiempo que perder ante el reclamo de una nación que necesitaba de su pueblo actuar con valor y sacrificio por alcanzar su independencia y no dejar que nunca más esta nos fuera arrebatada.