En Cuba de 11 millones de habitantes, el 19,8% son mayores de 60 años y se espera que la cifra llegue a un 30% para 2030. Aunque la esperanza de vida al nacer, en el país, se acerca a los 80 años de edad, en cada persona que hoy llega a las seis décadas, esa expectativa, es de 22 años más, y de casi nueve años para los que arriban a los 80.
De acuerdo a los estudios, hay mucho que hacer aún para el logro de una longevidad satisfactoria en materia de prevención de la salud. Según una investigación realizada por el Ministerio de Salud Pública cubano, para tener una vida duradera depende en un 65% de los ambientes, mientras que los factores genéticos afectan la vida de la gente sólo en el 35%.
Afortunadamente, la gran mayoría de estas personas son bien cuidadas por su familia y hasta por la comunidad, pues el orgullo de que hayan arribado a esa edad los motiva a atenderlos y a garantizarles su bienestar. No obstante, es imprescindible un cambio en la percepción que hoy existe sobre este fenómeno en el país; el incremento de la esperanza de vida al nacer no sólo puede obtenerse desde las acciones unilaterales del sector de la salud.
En el contexto actual de oscilación de la capacidad de supervivencia de la población cubana y el acelerado proceso de envejecimiento que se verifica hoy, la solución ulterior de los problemas de la mortalidad en Cuba, donde la esperanza de vida al nacer, para ambos sexos, deberá solventarse en el marco de un proceso de desarrollo socioeconómico sostenido en el que la elevación de la calidad de vida de la población ha de ocupar un lugar prioritario.
En el sector de la salud, el programa de Atención al Adulto Mayor, se centra en el cuidado especializado con cobertura médica en hospitales, círculos de abuelos, hogares de ancianos y casas de abuelos, que tienen como propósito primordial la socialización de los longevos, defendiendo la premisa de que la familia es el marco adecuado para la supervivencia de ellos.
Prolongar la existencia conlleva un alto precio y es sin dudas una dura prueba para el orden cultural, político y económico vigente en el mundo actual.
Sentenció el filosofo y escritor argentino José Ingenieros: “Todo el mundo quiere vivir muchos años, pero nadie quiere envejecer”,…la vejez no ha de ser nunca una vergüenza para el hombre y la mujer que saben llegar a ella a plenitud de vivencias y amor pleno.
CUBA POR UN ENVEJECIMIENTO MAS SALUDABLE EN TIEMPOS DE COVID-19