Producción de azúcar, una asignatura pendiente

Una vez más la zafra se torna un rosario de problemas, dificultades materiales y deficiencias humanas que traen como consecuencia sensibles afectaciones a la economía del país.

La zafra en Camagüey no cubrió los pronósticos hechos previo a los inicios, ni el plan de producción de azúcar alcanzó los volúmenes comprometidos con la economía nacional, en la que no podemos engañarnos, un rubro que constituyó locomotora tiene un peso fundamental.

Porque a pesar de las otras fuentes de ingreso entre ellas el Turismo, la prestación de servicios en el extranjero, el tabaco, y el ron, cuando se realiza una campaña azucarera eficiente, las cifras se hacen sentir para bien de las siempre menguadas arcas del Estado.

Un simple cálculo es fácil: supongamos que el precio de la libra del dulce grano está entre 15 y 20 centavos de dólar en el Mercado Internacional; si una tonelada equivale a unas 2 200 libras, multiplique ese resultado por un millón, por dos, por tres o por cuatro, y tendrá una cantidad aproximada.

Y a ello deberá añadir los elevados precios de los alcoholes y otros subproductos del proceso de la gramínea más llevada y traída por los analistas de esquina.

Que si el frío concentra la sacarosa, que si el sur resulta complejo cuando hay lluvias, que, si el tiro desde largas distancias dificulta la tarea y encarece los costos, o si son importantes los recogedores detrás de las combinadas… todo es cierto, porque en Cuba todo el mundo conoce de pelotea y de caña.

Pero hay más y los agroindustriales lo saben, aunque muchas veces no lo practiquen.

En medio de las severas limitaciones que han impuesto a todas las actividades en Cuba el recrudecimiento del bloqueo, varias provincias mantienen un buen ritmo en el cumplimiento de su plan de producción de azúcar, mientras algunos centrales (demasiado pocos dirían yo) completaron sus entregas previstas y otros lo harán en los próximos días, pero ese pelotón no suma ni la mitad de los que se encuentran en activo en la presente zafra.

Otro numeroso grupo no se acerca a los resultados planificados.

¿Es que los cumplidores gozaron de mejores aseguramientos? Por supuesto que no, y las carencias tocan por igual a todos, lo que ocurre es que unos exigen, controlan, orientan y se anticipan con iniciativa y creatividad a los problemas… otros, lamentablemente no y esperan que les caigan los recursos que no hay.

Porque en un año de los más complejos materialmente para la otrora primera industria, el rendimiento creció y la caña ha sido aprovechada al 85% sin que ello obedezca a recursos, sino a la acción de hombres y mujeres que sudan la camisa.

Se aplica abono orgánico producido por el propio proceso fabril, y esto no resulta nuevo para los trabajadores ni sus directivos.

¿Acaso el bloqueo tiene culpa en el once por ciento de materias extrañas que llegan a los ingenios?

Todos los temas abordados en este comentario tienen sus argumentos para refutar lo que aquí se afirma, pero las respuestas están al alcance de quienes hacen la zafra y en primer lugar, de quienes la dirigen.