Basura que nos habla: conciencia y acción por calles limpias

Camagüey, conocida por su rica historia, sus intrincadas calles empedradas y sus hermosos parques que nos invitan a la contemplación. Sin embargo, un problema creciente amenaza el bienestar ambiental y la calidad de vida de sus habitantes: la ineficiente gestión de los desechos sólidos.

Los vertederos improvisados han comenzado a proliferar en diferentes puntos de la ciudad, convirtiéndose en focos de contaminación.

La acumulación de basura no solo opaca la imagen de una ciudad que debería ser un orgullo para sus ciudadanos,  también,  trae consigo una serie de efectos negativos que repercuten directamente en la salud pública.

La contaminación del suelo y de las aguas se convierte en una preocupación latente. Los lixiviados generados por la descomposición de los residuos pueden filtrarse y contaminar las fuentes de agua potable, afectando a toda la comunidad. En estos meses esa realidad es más compleja debido al calor y las intensas lluvias.

Es fundamental que tanto las autoridades locales como los ciudadanos tomen conciencia de esta situación. En varios puntos de la ciudad es notable la recogida de basura debido a las altas concentraciones de ciudadanos o su importancia en la transportación. Pero, en barrios de la periferia o del centro de la ciudad es tangible la ausencia de este proceso con la regularidad necesaria.

Por otra parte, la ciudadanía tiene un papel fundamental. No es raro ver como contenedores o vertederos recién recogidos vuelven a ser víctimas de la indisciplina social horas después de su limpieza.

Y, entonces se debe llegar a la conclusión que acción y conciencia es una dupla fundamental en este tema. La educación ambiental y la participación activa son claves para revertir la contaminación ambiental.

Promover el reciclaje, la reducción del uso de plásticos y la correcta separación de desechos son acciones que pueden marcar una gran diferencia.

Resulta imprescindible implementar un plan integral para la gestión de desechos sólidos. Mejorar la infraestructura, la logística de recogida y fomentar una cultura de responsabilidad ambiental son pasos necesarios para garantizar un futuro más limpio y saludable. La historia y el patrimonio cultural de Camagüey merecen ser preservados, y esto comienza con el compromiso de todos para cuidar el entorno que nos rodea.

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