¿Quién no guarda para siempre en su memoria escenas memorables de grandes filmes? Gracias a los hermanos Lumiére, desde hace 120 años, se disfruta de la maravilla del cine. Su génesis se marca el 28 de diciembre de 1895. Volver la mirada a los acontecimientos es no sólo un acto de precisión histórica, sino el tributo agradecido a quienes la inquietud técnica y creativa los condujo a la historia del cine.
Sugerimos: LUMIÈRE Salida de los obreros de la fábrica www.youtube.com/watch?v=xxLGDF_121U
Ese día, mientras para más de un espectador, los experimentos sobre la proyección de imágenes en movimiento visibles se estaban desarrollando simultáneamente en Estados Unidos y en Europa; en Francia, los hermanos Lumiére exhibían un invento sorprendente, que era al tiempo cámara, copiadora y proyector. Nadie en aquel momento esperaba que esa máquina captadora de «sombras en movimiento» -palabras de Máximo Gorki- tuviera mayor trascendencia».
Sin embargo, los Lumière con su creación rodaron multitud de pequeñas secuencias. Primero se asemejaban a los videos caseros de hoy día y después harían «scketchs» de humor con una forma de representación teatral.
Se les contabiliza a los ingeniosos hermanos desde 1895 hasta el año 1903, más de dos mil películas de 16 mm, que en la mayoría de los casos eran filmaciones de escenas naturales, algunas de ellas de carácter cómico, como El regador regado.
Los iluminados hermanos mostraban en sus producciones diversos elementos en movimiento. Por ejemplo, obreros saliendo de una fábrica, olas rompiendo en la orilla del mar y un jardinero regando el césped. Uno de sus cortometrajes más efectistas para demostrar las posibilidades del nuevo invento fue el que mostraba a un tren correo avanzando hacia el espectador, lo que les causó el sobresalto.
El cine que se producía en el estudio de Edison era más teatral: números circenses, bailarinas y actores dramáticos que actuaban para las cámaras. Pero para entonces el equipamiento elemental ya había sido estandarizado siguiendo el modelo del cinematógrafo de los hermanos Lumière, y las películas se comenzaron a comercializar a escala internacional.
En Cuba, por primera vez, fue presentado en función pública el cinematógrafo de los Lumiére el 24 de marzo de 1897, a un año, dos meses y 24 días de su histórico nacimiento en Francia. El cine fue traído a la Mayor de las Antillas por el camarógrafo francés Gabriel Veyre, quien tomó las primeras vistas filmadas en la Isla “Simulacro de incendio” (unas maniobras del cuerpo de bomberos), quince días después de haber organizado el debut del cinematógrafo.
En la calle Ignacio Agramonte número 447, esquina a Independencia, en 1908 funcionó el primer cinematógrafo de Camagüey. Hoy en ese local funciona el restaurante La Isabela que rinde homenaje a la reconocida actriz cubana Isabel Santos y cuya decoración muestra elementos alegóricos al séptimo arte, el regalo invaluable de los hermanos Lumiére.
