Venturas y desventuras del abasto de agua en Camagüey

“El Chorro de Pinto” es el nombre del único y pequeño manantial que existía a la fundación de la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe, cuando se estableció en su primera ubicación, en Punta de Guincho, en el hoy municipio de Nuevitas, lo que, según investigadores, era un caudal de agua que apenas cubría las necesidades de los pocos castellanos allí establecidos.

 Luego, como todos conocen se decidió el traslado de la pequeña  comunidad al cacicazgo Indio de Caonao, en el actual municipio de Florida, cuyo rio poseía suficiente caudal para el ganado y sembrado, ubicación que duró muy poco tras ser asaltada e incendiada la villa por los siboneyes, quienes se revelaron contra los encomendados que los explotaban sin piedad.

 Al quedar destruido totalmente el caserío, los pobladores decidieron trasladarse al pueblo indio de Camagüey, en las márgenes del río Tínima, su ubicación actual, ya que su cacique estaba en paz con los españoles, al pagar un tributo anual para no ser molestado. Así quedaría establecida definitivamente la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.

 Los primeros pobladores se abastecieron de agua potable para sus necesidades y las del ganado, desde los ríos Tínima y Hatibonico que les circundaban, o bien de una laguna que tenía varios  millares de metros de extensión ubicada en los terrenos  por los que hoy se encuentran las calles Ignacio Agramonte,  República, Finlay, San Ramón y Padre Valencia, laguna navegable por las piraguas indias que se dedicaban a la pesca de agua dulce.

 La laguna fue desaguada a comienzos del siglo 18, parcelándose la gran extensión en solares que se vendieron para la edificación de viviendas, donde sus propietarios construían pozos criollos para obtener agua potable, algo que se hizo muy común en las casas de la época, para el consumo particular de sus moradores.

 Recuerdan los investigadores que en dichas viviendas lo que existían eran letrinas, las que contaminaban las aguas de los pozos, y ocasionaron  enfermedades y epidemias que se propagaban por  la ciudad.

 Modalidad típica del Camagüey hasta la actualidad, fue la construcción de tinajones, la que se inició a finales del siglo 17, para envasar el agua de lluvia y que se conservan en muchas casas de la localidad. Según reseñó Juan Cano, tercer historiador de Camagüey la construcción de tales envases comenzó en 1617, los que podían almacenar 400 ó más galones de agua  de lluvia.

 A principios del siglo 19, la villa tenía como abastecimiento de agua para su vecindario, en primer lugar los tinajones, en segundo los pozos y en tercero los ríos Tínima y Hatibonico.

 Es a partir de 1800, con el establecimiento de la Real Audiencia en la Villa que comenzaron a construirse grandes aljibes, en los que se guardaba el agua de un año para otro, sin abandonar la construcción de los típicos tinajones que continuaron manufacturándose hasta l868.

 El aljibe era un depósito subterráneo de agua construido de mampostería en los patios de las casas, donde se recolectaba el agua de lluvia por medio de canales y tubos bajantes de hojalata que se ponían en los aleros de los tejados, con una capacidad de almacenaje de 30 Mil galones los mayores, extrayendo el agua mediante una bomba de mano  o por medio de cubos o latas.

  Tales aljibes fueron construidos en los edificios públicos para el servicio de sus funcionarios o empleados  y en tiempo de grandes sequías surtían de agua a la población, aun cuando no siempre almacenaban suficiente agua para las necesidades del vecindario.

 Es por ello que se habilitó el llamado “Pozo de Gracia” en la hoy conocida plazoleta de Bedoya, y según los historiadores en la actualidad no existe allí ningún indicio del  pozo ya que el mismo fue sellado y construida encima una vivienda.

 Debido a la falta de agua que se apreciaba en cada sequía, se decidió construir un aljibe en el patio del Ayuntamiento, donde estaba la Cárcel Pública, el que medía 20 varas de diámetro por 6 de profundidad y  tenía una capacidad de 50 mil botijas de agua de lluvia, con la condición de que se vendieran sus agua por un término de 8 años y una vez decursado ese tiempo quedaría a beneficio del ayuntamiento, el que permitiría que cada vecino tomara una botija diaria por cada familiar de forma gratuita.

 Antes de la guerra del 68 existía también en Camagüey otro gran aljibe en la calle de La Gloria y que se conocía con el nombre de “El Tinajón Grande”  de gran  capacidad  y que sus propietarios vendían al público, por lo que era común ver hombres vendiendo agua en carretillas de mano y vehículos tirados por chivos que conducían 8 latas cada uno o en carretones tirados por caballos, a lo que se agrega el acarreo de pequeñas pipas que montaban en carros tirados por mulos o caballos. 

 A principios del siglo 20 todavía este era el sistema de aprovechamiento de agua que tenía la ciudad de Camagüey. Durante la primera intervención americana se abrió un pozo artesano junto al paradero, donde los “aguateros” iban a surtirse para vender al público y ya a inicios de la segunda década de ese siglo, debido al crecimiento de la ciudad, se planteo la necesidad de construir un acueducto.

 Los primeros estudios y confección de  planos comienzan en1904, con la expropiación de  tierras donde se ubicarían las primeras construcciones de la presa y casa de bomba, en un punto denominado y aún conocido como “Pontezuela” donde existe un poblado y arroyo del mismo nombre a cerca de 30 kilómetros de la ciudad.

 En julio de l907 se conceden 800 mil pesos para  comenzar las obras de construcción del acueducto que  debían concluirse  en un plazo de tres años.

En diciembre el gobierno interventor firmo un contrato con la firma MP Marceu, para la construcción del acueducto.

 Este contaría  con una tubería de seis y medio kilómetros de hierro fundido de 18 pulgadas de diámetro, un depósito doble de hormigón armado,  de  tres mil metros cúbicos de capacidad, con una tubería maestra de hierro fundido de 20 pulgadas y 16 y medio kilómetros y el sistema completo de distribución en la ciudad de seis pulgadas, el que podría abastecer  a una población sobre las 45 mil personas.

 Para su ejecución primero se construyó la presa “Pontezuela” junto al arroyo de igual nombre, donde se situaría un doble juego de bombas para que funcionaran de forma alterna, con fuerza suficiente para elevar el agua hasta la loma de García, donde se ubicarían unos grandes tanques, situados a una altura mayor a la torre de la Iglesia de La Merced, en nuestra ciudad.

 El agua llegaría a la ciudad por gravedad, circulando por la red de cañerías  ubicada en el subsuelo de la población, llevando suficiente agua a cada hogar camagüeyano. La instalación se pone a funcionar a mediados de 1913,  y luego de seis años en ejecución consistía en una pequeña presa construida de horcones de madera, tabla y tierra que embalsaba una cantidad insignificante de agua, la que se bombeaba a dos tanques con capacidad de 900 mil galones cada uno.

 Los tanques estaban ubicados en la Loma de García a 8 kilómetros de Pontezuela y desde allí  se enviaba el agua por gravedad a Camagüey, que distaba 16 kilómetros. El motor utilizado para esa operación era una caldera de vapor que funcionaba con carbón, madera y piedra. El llenado de los tanques se realizaba cada 4 o 5 días, pues el agua almacenada sólo llegaba a lo que en esos tiempos representaba el centro de la ciudad.

 Al mismo tiempo se acometen los trabajos de la red de distribución y maestras conductoras cuyos diámetros eran de 18, 20 y 24 pulgadas. Tales  labores eran financiadas por Obras Públicas, quienes sometían a subasta dichos proyectos, donde varios contratistas de obras presentaban sus presupuestos y se le otorgaba al que más barato se comprometía a efectuarlo.

 El Acueducto de Camagüey fue el centro de trabajo más dominado por los politiqueros de la época, pues por las nóminas cobraban 180 empleados y obreros, y concurrían  al trabajo unos 60, el resto eran “botelleros”.

 En 1917 al hacerse insuficiente la presa, debido al crecimiento de la ciudad, se requiere de la construcción de un nuevo embalse mayor que “Pontezuela”, por lo que en 1925 se construye la presa Los Rotarios, por medio de aportaciones privadas.

 En l926 se instalan motores eléctricos de potencia superior,  se construye una conductora directa a Camagüey  y se comienza a bombear las 24 horas del día. Allí se dejan instalados 3 motores de petróleo para los casos de falla del fluido eléctrico.

 En 1928 Obras Públicas construye la presa “Pontezuela”, actualmente en funcionamiento, la que recoge de una cuenca  de unos 86 kilómetros cuadrados.  La obra cuenta con tuberías de presión de  24 y 36 pulgadas  y una casa de válvula integrada  al cuerpo de la presa, a la que en 1945 se le hizo una ampliación del muro de contención alcanzando a embalsar 7 millones de metros cúbicos de agua.

  El grave problema de las crisis periódicas de agua, debido a las grandes sequías, etapa en que el embalse de Pontezuela quedaba prácticamente seco, fue resuelto mediante la toma de agua que se hizo en la presa Caonao, construida pro el gobierno Revolucionario, también se introdujeron mejoras  en la casa de bomba, como nuevos motores eléctricos de mayor potencia, se instaló un moderno equipo de cloración, fueron reconstruidos los filtros de la planta y se construyó el tanque de compensación de Villa Mariana  con capacidad  cercana a los 3 millones de galones de agua.

 La ciudad de Camagüey cuenta con unos 300 mil habitantes, de los cuales el 79 por ciento son usuarios que distribuidos en unas 52 mil viviendas  disfrutan de los servicios del Acueducto. La ciudad requiere de un volumen de agua de unos 18 millones de galones  diarios y la ampliación de la red de distribución a los lugares que carecen de ella, labores que se acometen actualmente.

Hoy día el agua que se distribuye a la población se trata en la planta de filtros y sedimentadores y se clora para garantizar su potabilidad, además por medio del laboratorio de muestras se mantienen los análisis bacteriológicos y físicos químicos, sistemáticamente.