Cuba no esta sola, tenemos amigos como la Brgada Venceremos

La Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz nunca está vacía. Solo eso pienso mientras entro a la explanada sin ver una persona alrededor mío. No hay contradicción. En la Plaza siempre hay almas que insuflan.

Agramonte preside el convite mientras las tres moles de concreto que lo rondan escupen la gente que empieza su jornada en familia. La poco sombra, que se agradece cuando todavía no son las 10 de la mañana, la da la bandera que ondea sus tres colores como manto protector.

Los niños comienzan a alborotar el entorno y unas voces en el fondo rompen el silencio. “Bloqueo no” dicen contundente, cualquiera diría que gritan, pero no, las voces corean, en nota media, el sentimiento colectivo… van a paso firme hasta muy cerca de El Mayor, sostienen carteles que presentan sus credenciales.

El contingente 51 de la brigada Venceremos llegó a Camagüey, vienen de todas partes de Los Estados Unidos de Norteamérica, cargan en sus mochilas el valor del amor y la solidaridad a flor de manos. Por eso su intensión primera de rendir tributo a Ignacio, el mejor de los camagüeyanos, para continuar con jornadas de trabajo productivo, de visita a centros asistenciales, a instituciones culturales… para construirse su propia imagen de la Cuba verdadera.

“Esta es mi primera vez aquí, comentó Courtney, y en tan poco tiempo ya siento el cambio en mi manera de pensar, ciertamente mis ideales revolucionarios ahora son más fuertes. En California tenemos un dicho, nadie se puede liberar estando solo, y Cuba nos ha demostrado que como sociedad es posible. El socialismo es el camino para ello, pues valora las relaciones sociales a un punto que preocupa a los capitalistas, por eso le temen.

“Para llegar aquí, ustedes han recorrido un largo camino, ha sido un trabajo fuerte que ha puesto a prueba su espíritu de resistencia y nos han probado que un mundo diferente es posible. Lo es porque está ocurriendo aquí. Nunca podremos agradecerles lo suficiente por eso, nunca los dejaremos solos en su lucha”.

“Nos sorprendió mucho que en la brigada que está en la frontera en Guantánamo las paredes del lugar están llenas de frases de Fidel, una de ellas dice que la Revolución es también una batalla de ideas. Ustedes la han convertido también en una batalla por la educación y por la salud, no solo aquí sino para el mundo. Cuba no ha abandonado nunca a un amigo, siempre que es necesario hacen como dice su himno ‘al combate corred bayameses’ y van a donde haga falta, por eso son un ejemplo para todos”, comentó Criss.

Sarah vive en California y su padre es mexicano, tiene 20 años y es la primera vez que visita Cuba. “Esta experiencia es increíble, me ha cambiado. Vine para aprender del socialismo y de la Revolución Cubana y en tan poco tiempo ya estoy conmovida con lo vivido. Ustedes inspiran”.

“Donde vivo nos llaman chicanos, comenta Fanny, hija de mexicanos nacida en EEUU, y tenemos todavía muchas luchas que ganar. Por eso me gusta venir aquí, porque ustedes son un ejemplo de eso. La brigada es una experiencia que nos permite desmitificar las imágenes que de Cuba se cuentan allá y la necesidad de apoyar el fin del bloqueo que no solo los afecta a ustedes sino también al pueblo norteamericano que se pierde toda la verdad de este país.

“Esta es mi segunda vez, tuve el honor de participar en la edición 50 y como aquella vez vine con mi hija Cassandra, entonces tenía 14 años y era la más pequeña del grupo, hoy tiene 18 y quiero que mantenga el legado de participar en este proyecto, de que se involucre en causas justas, de que aprenda de este gran país. Ustedes tienen aquí acceso a derechos que allá nos hacen creer la ilusión de que los tenemos”.