Estrategias certeras para enfrentar el cambio climático en Cuba

Las realidades del cambio climático, imponen cambios en la manera en que percibimos el presente y el futuro. En Cuba para preservar la integridad física de las personas, garantizar seguridad alimentaria y desarrollar eficientemente el turismo; el Estado ha organizado un plan de enfrentamiento nombrado Tarea Vida.

Partiendo de análisis científico-técnicos, fue corroborado que es en la zona marino-costera del archipiélago donde se manifiestan los principales efectos del cambio climático.

Es evidente hoy el creciente ascenso del nivel del mar, el incremento de los eventos hidrometeorológicos extremos, las altas temperaturas, la disminución de las precipitaciones y la variabilidad en el régimen hídrico. El impacto de estos comportamientos se muestra en frecuentes inundaciones costeras, intensas sequías, en la degradación de ecosistemas, así como en la disminución de la disponibilidad y calidad del agua.

El plan del Estado cubano antes mencionado parte de un enfoque integrado y ecosistémico. Incluye  unas 5 acciones estratégicas y 11 tareas a desarrollar a corto, mediano y largo plazo, que asumen la dimensión territorial y se actualizan periódicamente.

Más de un centenar de estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo (PVR) han sido constituidos en todo el país, los que sin dudas forman parte de la base teórica de la Tarea Vida.

En la provincia de Camagüey se ejecutan acciones para trasladar los asentamientos poblacionales costeros hacia zonas seguras, y se ejecutan un grupo de acciones de adaptación y mitigación en playas arenosas con erosión intensa, así como en  las costas con evidente intrusión salina.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en esta región del país es quien rectorea el cumplimiento de los cronogramas trazados en la Tarea Vida, y quien además articula los vínculos necesarios con los organismos e instituciones relacionadas con la misma.

Dichas  acciones de adaptación, tienen como objetivo garantizar la prevención, preparación, respuesta y recuperación ante los fenómenos generados por el cabio climático;  reduciendo  riesgos y vulnerabilidades.

La identificación de los factores de riesgo a nivel local, que involucran a la población y a las instituciones, permiten generar soluciones integrales, , que paulatinamente incrementarán los niveles de resiliencia en los escenarios individuales y sociales.