Cámagüey- La brucelosis es una enfermedad de relativa baja incidencia en la población, matizada por varios factores de riesgo para propiciarla. En los últimos tiempos, ante el incremento de la comercialización en relación con productos cárnicos y lácteos, además de la apertura de centros para la crianza de animales como el ganado porcino y el bobino, es notable el incremento del índice de casos en el territorio camagüeyano, principalmente en el municipio de Esmeralda.
Gloria García Gonzalez, Responsable Provincial de Programas de Zoonosis de la Vicedirección Provincial Higiene y Epidemiología, explicó a la Redacción Digital de Televisión Camagüey algunas de las medidas para prevenir el contagio de dicha enfermedad en la población.
La brucelosis es transmitida de los animales al hombre, y tiene un alto índice de contagio manifestándose a través de diversos síntomas que pueden ser confundidos con otros padecimientos frecuentes como el dengue.
La transmisión es a través de dos vías (directa e indirecta). Fundamentalmente, de forma directa mediante el contacto, manipulación, manejo y crianza de animales infectados. Entre las pacientes afectados en la mayoría de las veces se encuentran las personas con contacto directo con animales. Las profesiones con mayor cercanía a animales se ubican en un eslabón más vulnerable ante esta enfermedad.
En el caso de la vía indirecta de contagio se encuentra la transmisión a través de los alimentos contaminados, tal es el caso de la leche cruda, el queso no proveniente de leche pasteurizada, las carnes crudas y mal elaboradas. Esta vía es, sin dudas, la más común en la población debido a que son productos que se comercializan teniendo un mayor por ciento de posibilidades de estar contaminados, y en donde no necesariamente hay que estar cerca de los animales para ser portador de la enfermedad.
El factor alimentario es peso importante en la transmisión por la falta de higiene en los alimentos.