Dentro de esta reconocida arquitectura principeña destacan tres torres puntiagudas distinguidas a kilometros de distancia desde diversos puntos de la ciudad: la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. Se ubica en la calle Emilio Luaces entre San Fernando y Academia, en el actual parque de La Juventud. Esta edificación sustituyó el antiguo templo de San Francisco. Su construcción se debió a la contribución financiera de la señorita Dolores Betancourt Agramonte, hija de Tomás Pío Betancourt, Primer Historiador de la Ciudad.
El 15 de julio de 1912 se colocó la primera piedra de la construcción y el 21 de mayo de 1919 se entregaron las llaves del templo ya terminado. Trabajó en la iglesia una compañía constructora proveniente de La Habana, con el maestro de obras catalán el arquitecto Jaime Cruanyas Feliú como ejecutor principal y el arquitecto Claudio Muns Piqué.
Es un edificio de estilo neogótico con una planta rectangular de tres naves terminada en un ábside poligonal. La fachada principal está conformada por un portal de tres arcos apuntados y tres torres octogonales rematadas por pináculos piramidales.
En su eje se encuentra el acceso principal (el cual se produce a través de un arco abocinado con archivoltas de motivos vegetales), y encima de él, la ventana coral. El interior está caracterizado por la tamización de la luz que producen los vitrales policromos con imágenes religiosas, importados de Alemania, así como por las bóvedas de crucería, los retablos neogóticos de mármol blanco, y la arcada y vanos ojivales.
El movimiento neogótico tiene su inspiración artística y estética en el arte gótico; estilo que predominó en la arquitectura religiosa, escultura y pintura de Europa entre el siglo XII y el siglo XV, hasta el surgimiento del movimiento cultural del Renacimiento. Lo precedió el arte románico (siglo XI y XII).
Entre las principales características del arte gótico se destacan:
- El principio de la estética de la luz como fundamento de todo arte. Fue capaz de representar la idea teocentrista de la luz de Dios.
- Su aplicación en la arquitectura religiosa, como monasterios y catedrales.
- El uso del arco ojival que terminaba en forma apuntada y generaba sensación de gran altura. Se aplicaba para las cúpulas, puertas y ventanales.
- La aplicación de innovadoras técnicas de arquitectura que permitieron alcanzar el estilo único de techos altos, arcos arbotantes y extensas paredes de vitrales.
- El diseño de formas extravagantes aplicadas tanto en la escultura como en la decoración arquitectónica.
- La decoración con materiales brillosos y el uso de colores vivos, para exacerbar el concepto de luminosidad.
- La aplicación de extensos ventanales de colores que reflejaban diferentes tipos de luz hacia el interior de las catedrales y monasterios.
La arquitectura fue la máxima expresión del arte gótico, estuvo basada en el concepto de la luz como fundamento y símbolo de la divinidad. El arte gótico nació de la idea teocentrista en la que Dios era el centro de la realidad y consideraba que todo lo que conformaba al universo era reflejo de la luz de Dios.
Algunos historiadores de la Ilustración veían este estilo como expresión de una época oscurantista, pero el arte gótico fue una estética de la luz sobre todas las cosas. En él se manifestó el humanismo teocéntrico que dio paso al antropocentrismo renacentista.
Los elementos de la época con estética gótica resultaron símbolo de la espiritualidad. En la arquitectura se sumó, además, el desarrollo de nuevas técnicas sofisticadas para exacerbar el concepto teocentrista, como: las bóvedas de crucería, los arcos ojivales y el vitral.
La catedral fue un centro de referencia en el gótico, ya que constituía la máxima ofrenda a Dios y tenía como propósito alcanzar la trascendencia espiritual e histórica.
La luz se concebía como símbolo de la divinidad, creadora de todas las cosas. Si el universo entero era creación divina, todo lo que en él habitaba era reflejo de la luz de Dios. En consecuencia, los elementos de la vida, espirituales o materiales, se revalorizaron desde una perspectiva teocéntrica.
La contemplación estética se transformó en una experiencia espiritual. Esto fue, sin duda, un punto de inflexión en la cultura occidental.El arte y los objetos artísticos tenían que ser expresión de la luz divina, lo que se simbolizó por medio del brillo de los materiales y el uso de los colores vivos.
El arte gótico tiene un carácter didáctico. Su mensaje se orienta a la celebración del Dios encarnado y la unión de Dios con sus criaturas, lo que se hizo visible en las artes figurativas, tanto escultura como pintura.
El Periodo Gótico fue el inicio de una libertad de expresión religiosa nunca antes vista, la cual permitía a los artesanos un reconocimiento oficial. Junto a la creciente idea del humano de ser el centro de la creación de Dios, se generó una revelación didáctica figurativa, en la que se permitían formas reales como un libro abierto.
Permitiendo una flexibilidad inusitada en un arte siempre rígido, se le dio especial atención al detalle, la perfección y el refinamiento de todo tipo de arte, para satisfacer esta nueva versión de Dios y a la clase noble cada vez más estricta.
Se busca ilustrar raro una categoría estética sublime donde no se llegue a lo grotesco y lo tosco, pero si trabajar por una eminencia o excelencia en los valores arquitectónicos, lo cual tiene reglas precisas y perfectas. Lo sublime tiene lugar cuando lo representado sugiere lo infinito, con sus efectos de pequeñez, de debilidad, de desamparo ante potencias sobrehumanas.
En lo sublime se admira un poder que pone al descubierto la precariedad y la limitación humanas. El ser humano se siente sobrecogido o amenazado frente a una indómita fuerza superior.
Existen varios ejemplos de la arquitectura gótica, entre ellas: la Catedral de Chartres (Francia), Catedral San Pedro de Colonia (Alemania), la Catedral de Milán (Italia) y la Catedral de Burgos (España).
Por otra parte, el estilo neogótico es una re interpretación posterior de esas majestuosas construcciones diseñadas por grandes maestros. Algunas características del estilo neogótico son los techos extremadamente altos, arcos apuntados, vidrieras altas y superficies interminables de decoraciones lujosas y ornamentadas.
La estética de la luz está unida indisolublemente al humanismo teológico, una corriente filosófica de fines de la Edad Media que revalorizó la dignidad de ser humano como creación divina.
Los temas del gótico poseen una tendencia emocional y expresionista. Los elementos simbólicos propios del arte románico comienzan a dar entrada al naturalismo, que se va perfeccionando gradualmente al eliminar la frontalidad. Por ejemplo, la representación de la crucifixión será cada vez más sinuosa y flexible.
El neogótico es un estilo arquitectónico que estuvo muy en boga a finales del siglo 19. Como su nombre lo indica se trata de una reinterpretación de los elementos arquitectónicos del estilo gótico que fue famoso en Europa entre los siglos 12 y 13, pero adaptados a una realidad más actual.
Es un movimiento artístico nacido en Gran Bretaña hacia mitad del siglo XIX que basa su estética en el estilo gótico de la Edad Media.
El neogótico está relacionado con el movimiento romántico que desde varias décadas antes estaba generalizado en la sociedad, siendo una de sus principales características la vuelta a las corrientes estéticas medievales. Se trata de la arquitectura que utilizó el arco apuntado, las bóvedas de crucería, contrafuerte flotante, tracerías en ventanas, pináculos y agujas. Las paredes se reducen al mínimo por largas arcadas y hay un énfasis en la verticalidad. El gótico fue utilizado en la construcción de iglesias y en universidades como Cambridge y Oxford.
Otros ejemplos son: Catedral Nueva de Vitoria (España) Parlamento de Budapest (Noruega) y la Iglesia Votiva (Viena).
Tanto el movimiento gótico como el neogótico, inspiradores de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, encuentran su cimiento estético en un modo de encarnar la belleza en un lugar que se torna sagrado y admirable.
Fotos: Leannys Cedeño Blanco ( colaborador)