Vivir sin gluten: el desafío de las personas celiacas (+ infografía)

Imagine que un día ya no puede consumir más harina de trigo, ingrediente presente en la dieta diaria de un cubano, porque si lo hace puede dañar seriamente su salud. Esta es la realidad diaria de personas que padecen celiaquía, una enfermedad autoinmune que afecta a miles de personas en el planeta.

La enfermedad celíaca es una afección autoinmune que daña al revestimiento del intestino delgado. Este daño proviene de una reacción a la ingestión de gluten. Esta es una sustancia que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y posiblemente la avena. Y también en alimentos elaborados con estos ingredientes.

Vivir con esta condición implica una constante atención a los ingredientes y la preparación de alimentos, así como la educación sobre el impacto del gluten en la salud. La adherencia rigurosa es esencial para prevenir complicaciones.

La primera descripción de la celiaquía se atribuye a Aretaeus de Capadocia en el siglo II a.C. Habló de una enfermedad que se manifiesta por “problemas digestivos acompañados de adelgazamiento y debilidad”. Advirtió también que el pan no era un alimento adecuado para los niños.

En esta época se acuñó el término celiaco. Proviene de la palabra latina coeliacus, que significa vientre. A su vez, procede del término griego koiliakos, enfermedad con la que se denominaban a “aquellos que sufren del intestino”.

En la década de 1970 se descubrió que la celiaquía tiene una base genética, es decir, que sujetos genéticamente predispuestos pueden desarrollar intolerancia al gluten. Hoy se desconocen las causas de la celiaquía, aunque es posible que una de ellas sea una alteración autoinmune.

Las personas que tienen ciertos genes, específicamente los relacionados con el sistema inmunológico, tienen más probabilidades de desarrollarla. Cuando alguien con predisposición genética consume gluten su sistema inmunológico reacciona de manera anormal, dañando el revestimiento del intestino delgado. Este daño impide que el cuerpo absorba correctamente los nutrientes de los alimentos.

las investigaciones sugieren que un mayor número de infecciones en la temprana edad y ciertas infecciones del aparato digestivo podrían aumentar el riesgo. Los expertos también creen que los cambios en el microbioma, que son las bacterias del tubo digestivo que ayudan con la digestión, podrían influir en el desarrollo de la enfermedad celíaca.

Los síntomas de la enfermedad celíaca varían ampliamente y una persona podría tener múltiples síntomas que aparecen y desaparecen. Si una persona tiene enfermedad celíaca, es posible que tenga problemas digestivos u otros síntomas. Los síntomas digestivos son más comunes en los niños que en los adultos. Estos síntomas pueden incluir intolerencia a la lactosa, náuseas, dolor abdominal y estreñimineto.

Dentro de la sintomatología también se incluyen fatiga o cansancio, dolor en las articulaciones o los huesos, ausencia o repetición de los periodos menstruales y síntomas que involucran la boca como lengua roja o lisa.

La mayoría de las personas con enfermedad celíaca tienen uno o más síntomas antes de que se les diagnostique y comience el tratamiento. Los síntomas generalmente mejoran y podrían desaparecer después de que la persona comienza a comer una dieta sin gluten.

Gran parte de las complicaciones de la enfermedad celíaca están en relación con los déficits nutricionales secundarios a la alteración de la absorción de los alimentos: osteoporosis, baja talla o retraso del crecimiento, malformaciones congénitas en hijos de madres celíacas no tratadas durante el embarazo, mareos y convulsiones. También se ha relacionado la enfermedad celíaca con algunos cánceres de intestino (linfoma, adenocarcinoma).

El diagnóstico de la enfermedad celiaca puede ser difícil, porque los síntomas que produce esta enfermedad también aparecen en muchas otras enfermedades.

Los pacientes con enfermedad celíaca tienen niveles elevados de anticuerpos contra el gluten (anticuerpos anti-gliadina, anti-endomisio, anti-reticulina y anti-transglutaminasa). Si los niveles de estos anticuerpos en sangre están elevados, la manera de confirmar la enfermedad es estudiar una biopsia de la mucosa del intestino delgado.

Según la Organización Mundial de Gastroenterología el único tratamiento para la enfermedad celíaca en la actualidad, es aplicar una dieta estrictamente carente de gluten de por vida. No se pueden ingerir alimentos o medicamentos que contengan gluten proveniente de trigo, centeno o cebada o sus derivados, ya que incluso pequeñas cantidades de gluten pueden ser nocivas.

Una vez instaurada la dieta sin gluten, la recuperación puede no ser inmediata y las biopsias de duodeno pueden tardar hasta 2 años hasta ser completamente normales.

Al principio del tratamiento, además de la dieta sin gluten, suelen asociarse suplementos dietéticos de las vitaminas o minerales en los que se detectan déficits para favorecer una recuperación más rápida.

Un pequeño porcentaje de pacientes con enfermedad celíaca no mejoran lo esperado con la dieta sin gluten y requieren otros tratamientos farmacológicos asociados. Estos pacientes son los más propensos a desarrollar complicaciones de la enfermedad.

El apoyo a las personas celiacas es fundamental para que puedan llevar una vida saludable y sin complicaciones. Esto incluye entender su condición y ayudarles a seguir una dieta estricta sin gluten, evitando que sufran síntomas o daños en su intestino. También es importante crear conciencia en la familia, amigos y en la comunidad, para que puedan acompañar y apoyar en su día a día.

 

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