Abuso de drogas: problemática vigente

“Empecé con cigarros y alcohol en una fiesta cuando tenía 14 años, pero cuando conocí a mi novio el consumía pastillas, o cualquier droga que viniera. Comencé con pequeñas cantidades hasta que poco a poco sentía que no podía pasar un día sin consumir. Hasta que llegó mi primera sobredosis”.

Esta historia anónima podría ser la de muchos adolescentes o jóvenes de hoy. En Cuba se ha evidenciado un alza en los últimos años, y este grupo etario es el más vulnerable. Por eso todas las personas, desde sus enfoques y posibilidades, deben trabajar para enfrentarlo.

Las drogas son sustancias que cambian el estado mental o físico de la persona, provocando inicialmente efectos positivos como sensación de bienestar, felicidad y coraje. El verdadero problema viene después, sus efectos a largo plazo pueden causar alteraciones muy graves para la salud.

Se pueden clasificar de diferentes formas. Por ejemplo, las drogas naturales como la marihuana que proviene de la planta Cannabis sativa, y el opio cuyo origen proviene de las flores de amapola real; o sintéticas y semisintéticas producidas de manera artificial en laboratorios. Según sus efectos sobre el sistema nervioso central y el cerebro como depresoras pueden ser estimulantes o alucinógenas.

En el caso de la marihuana, en algunos países es permitido su uso y comercialización con fines terapéuticos, mientras que en otros es prohibida.

Durante la pandemia de Covid-19 el consumo de drogas y otras adicciones aumentó en todo el mundo. En Cuba, por ejemplo, prevalece el uso de sustancias químicas, el cannabis y los medicamentos anticonvulsionantes y opioides, que se suelen mezclar con alcohol mayormente.

Por suerte, en nuestro país se toman todas las medidas por parte de las autoridades para evitar la entrada de sustancias ilícitas y desde organizaciones juveniles y de masas y el  Ministerio de Salud Pública, se impulsan proyectos para concientizar a la población, y fundamentalmente a los jóvenes sobre este asunto.

El consumo de drogas suele asociarse a los más jóvenes o a las personas en situación marginal; sin embargo, las sustancias psicoactivas son consumidas por gente de perfiles muy diversos y de diferentes edades.

En la actualidad existen muchos tipos de drogas que producen diferentes efectos para nuestro organismo. Pero el consumo de estas sustancias no es algo reciente, pues hay conocimiento de que en tiempos ancestrales ya se utilizaban algunas sustancias psicoactivas como el peyote. Eso sí, a pesar de lo tradicional de su uso, sus efectos no siempre son positivos.

El consumo de drogas puede tener graves efectos para la salud física y psicológica de los consumidores, así como para su funcionamiento social.

Estas sustancias pueden producir desde enfermedades cardíacas, hepáticas o pulmonares, hasta problemas de salud mental como ansiedad, depresión y psicosis.

La adicción y la dependencia pueden también provocar problemas como la pérdida de amigos y familiares, o la dificultad para mantener un trabajo o una vivienda.

La peor consecuencia de todas: la sobredosis que altera gravemente el funcionamiento de los órganos como pulmones y corazón, pudiendo provocar la muerte.

Tiene consecuencias fatales en el embarazo. Los efectos pueden ser observados en la mujer y en el bebé, pudiendo ocasionar un aborto, parto prematuro, restricción del crecimiento, bajo peso para la edad gestacional o malformación congénita.

Las alteraciones del humor pueden ser frecuentes. No solamente a largo plazo, sino también a corto plazo, lo cual significa que una persona puede pasar de estar relajada a sentirse irritada y agresiva de manera muy frecuente.

A largo plazo la personalidad de muchas personas puede verse alterada con el consumo de sustancias psicoactivas.

El abuso de drogas es un problema muy serio por lo que es importante que se le de visibilidad para crear conciencia y prevenir su consumo.

Hay muchas formas en las que ayudar a alguien que esté luchando contra una adicción. Por ejemplo, podemos ofrecer nuestro apoyo y escucharlos sin juzgarlos; o sugerir la búsqueda de ayuda profesional y el tratamiento adecuado.

Recordemos que es un problema que no discrimina a nadie, puede afectar a cualquier persona en cualquier momento. Es por eso que es importante estar informados y ser capaces de hablar del tema abiertamente

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