Noviembre ha sido un mes marcado por hechos inauditos de la naturaleza en el poblado de Santa Cruz del Sur. Al noveno día del décimo mes, hace ochenta y nueve años, el llamado “ciclón del 32”, borró del mapa a esta localidad de la costa sur de la provincia de Camagüey y causó más de tres mil muertos, por la indolencia de las autoridades gubernamentales de aquellos tiempos.

El periodista Lázaro David Najarro  (Radio Cadena Agramonte), hizo una investigación exhaustiva de la negligencia en la operación de rescate de angustiados residentes del lugar, por la negativa de la compañía norteamericana de los ferrocarriles de autorizar la salida del tren de auxilio hasta tanto las autoridades de Santa Cruz del Sur corroboraran el pago de 500 pesos.

“La información la confirma Regino Avilés Marín, quien añade que su tío Rafael Olegario Marín Placeres (1896-1985), maquinista de Primera Clase de los Ferrocarriles Consolidados de Cuba, le narró que él estaba realizando el itinerario en el tren Camagüey-Santa Cruz del Sur y que en esos días del huracán estaba listo un grupo de maquinistas y fogoneros de reserva para cualquier eventualidad en las líneas”

En su blog CartaCuba, Eduardo Labrada Rodríguez (periódico Adelante), hace referencia a que uno de los huracanes más violentos conocido por la historia de la meteorología cubana, penetró  con vientos de más de 270 kilómetros y fuertes lluvias –calificado en la actualidad como de Categoría Cinco--, mientras  olas de tres metros de altura avanzaron unos 25 kilómetros mar adentro.

En similar fecha del año 2008, --la noche del 8 de noviembre--otra vez los pobladores de Santa Cruz del Sur sufren los embates de un fuerte huracán, era el pérfido aleteo de una “Paloma”, según publicó el autor de este artículo en su blog “El Lugareño”.

El nuevo fenómeno atmosférico hace presencia cuando los camagüeyanos estaban inmersos en la solución de los severos daños ocasionados por el huracán “IKE” el ocho de septiembre, en todos los sectores económicos y sociales y, por ejemplo, en cuatro de cada diez viviendas de la provincia.

En modo alguno coincidirá con la catástrofe histórica de 1932. No ocurrieron pérdidas humanas gracias a los programas preventivos y la asidua evacuación que hace la Defensa Civil desde hace más de 50 años ante el posible impacto de un evento de este tipo en el territorio.

Por tal razón, se trasladaron  seguros más de 98 mil 600 personas, desde zonas costeras o de riesgo de inundación por intensas lluvias  hacia  lugares seguros en albergues preparados en centros escolares de la ciudad de Camagüey, o en viviendas de vecinos y amigos.

Sin embargo, “Paloma”  destruyó parcial o totalmente más de nueve mil 880 viviendas, cuando embistió al poblado con rachas de hasta 194 kilómetros por hora. En total causó pérdidas económicas valoradas en más de 300 millones de pesos.

Las tristes experiencias de los damnificados en las áreas costeras, respaldaron la construcción de viviendas biplantas y otros edificios multifamiliares, en terrenos de mayor elevación a más de cuatro kilómetros tierra adentro, en un lugar que se conoce como “Comunidad 50 Aniversario”.

En un encuentro con evacuados en la Universidad de Camagüey,  Raúl Castro, entonces Segundo Secretario del Comité Central del Partido, había asegurado “trabajaremos para que  vuelvan a tener una casa bonita”. Al apreciar el optimismo de los santacruceños, agregó: "Confíen en la Revolución, como nosotros confiamos en ustedes".

(FOTOS TOMADAS DE INTERNET Y ACN)