Por estos días, los medios de difusión multiplican comentarios y artículos sobre la intensa temporada ciclónica del presente año. No puedo soslayar los acontecimientos trascendentales en la cobertura profesional a este fenómeno de la Naturaleza.
A buen resguardo tengo un documental que no he dejado de convertir a las novedades tecnológicas de los audiovisuales. Hoy esa joya brilla más, pues su principal protagonista es Fidel, quien en noviembre de 1985 recorrió las zonas afectadas por el ciclón “Kate en la provincia de Camagüey.
Como siempre el líder de la Revolución daba la cara a los vientos y lluvias para coordinar las orientaciones precisas para preservar la vida humana y solucionar los daños ocasionados por el meteoro.
Desde que tengo uso de razón siempre fue así y es necesaria la promoción de la memoria histórica.
LA CLASE Y EL CAMBIO DE LO DIDÁCTICO AL ARGUMENTO
Hace unos años, en un taller sobre periodismo audiovisual presenté a los alumnos de la Universidad de Camagüey el documental “CICLÓN”, una de las obras maestras de Santiago Álvarez, director del Noticiero ICAIC, acerca del paso en 1963 del “Flora” (1) por la región oriental de la Isla.
En el transcurso del análisis de las imágenes en blanco y grises impactantes, la exquisita dramaturgia en cada detalle…uno de los jóvenes exclama:
«Ahí está Fidel…»
El descubrimiento inesperado del joven reafirmaba lo dicho aquel entonces –9 de mayo de 2016– por Abel Prieto “muchas veces nos quedamos retenidos, embrollados, en la coyuntura, en lo inmediato”.
El objetivo didáctico de la clase adoptó, entonces, a una relación argumental en torno a ese acontecimiento. En primer lugar, definir que los cubanos estamos acostumbrados a la presencia alentadora de Fidel en los momentos de mayores riesgos de nuestro proceso revolucionario, bien sea conflictos de variada índole, frente a problemas económicos y, también, de cara a fenómenos naturales.
El Comandante en Jefe dirigió las operaciones de auxilio a los damnificados por el ciclón «Flora» aquel octubre de 1963 desde el lugar de mayor peligro, en áreas aledañas al río Cauto, al sur de la entonces provincia de Oriente.
La enseñanza de la segunda mayor catástrofe registrada en la isla, condujo al extenso plan de desarrollo hidráulico, para prevenir inundaciones y aprovechar el agua, además de la creación del Sistema de Defensa Civil, cuya eficiencia el mundo reconoce insistentemente.
Desde entonces Fidel ha estado ahí en la primera línea siguiendo la trayectoria de los huracanes, compartiendo con el pueblo cada detalle preventivo y de recuperación de las consecuencias de los fenómenos naturales. Nadie ni nada queda olvidado.
LA EXPERIENCIA PERSONAL DEL “KATE”
En ese encuentro con los alumnos de periodismo, no me pude sustraer –sin ser pedante– del comentario de la primera experiencia en las coberturas a la presencia del Comandante en Jefe en la provincia.
En noviembre de 1985 yo era reportero del periódico ADELANTE y junto a otros colegas como Ernesto Pantaleón de Televisión Camagüey y Pedro Paneque, de Radio Cadena Agramonte, me encargaron de la cobertura a una visita de primer nivel…Para sorpresa de todos, vimos salir de una vivienda en “Tayabito” al Líder de la Revolución. Siempre muy cerca de la comitiva recorrimos las zonas afectadas por el ciclón “Kate” en el municipio de Sierra de Cubitas y a la fábrica de Tejas Infinitas, en la capital provincial.
Una de las primeras preocupaciones fue el apoyo excepcional al corte mecanizado, pues los cañaverales sufrieron cuantiosos daños por los fuertes vientos del huracán y en prácticamente un mes se pondrían en marcha los molinos del coloso azucarero Brasil, en Esmeralda. Apuntó que tener un alto por ciento de cosecha con máquinas es una desventaja en estas situaciones.
El Comandante en Jefe, no obstante, mostró su alegría de que no hubiera sido mayor el desastre. De esta manera, el giro de las preguntas a los anfitriones de la provincia, entre ellos Lázaro Vázquez García, primer secretario del PCC, abordó la marcha de la construcción de la carretera Circuito Norte y el desarrollo de la empresa citrícola de Sola, que tuvieron sus momentos de esplendor en años posteriores, pero las adversidades en el Período Especial mermaron sus propósitos para la economía nacional.
En la ciudad de Camagüey observó la construcción de la fábrica de cerveza, la planta mecánica y el combinado cárnico, las que hoy son referenciales de la industrialización de la provincia.
Cada palabra en ese recorrido iba cargada de aliento y optimismo a las cubanas y cubanos ante los reveses en el diario quehacer. Era una multiplicación de ideas y proyectos, repetida frente a cada embate de la Naturaleza. Bien pudo nombrarse “Cleo”, “Alma”, “Inés”, “Lily” “Georges”…”Denis”, “Iván” Tormenta del Siglo del 93… “Gustav” “Ike”, “Paloma”… Todos encontraron a Fidel recorriendo cada área afectada, incluso bajo la severa inclemencia del tiempo, demostrando lo que somos capaces de hacer. Esa es una de las razones para recordar estas aristas de su legado histórico, cuando celebramos este 13 de agosto su natalicio noventa y cuatro.
