Venezuela, con igual guion y productores para fraguar golpe de Estado

Caracas, 3 ago.- La semana poselectoral que concluye hoy en Venezuela tuvo como centro la intención manifiesta de derrocar mediante golpe de Estado al presidente Nicolás Maduro, pese a ser proclamado ganador de las elecciones con el 51,95 por ciento.

Denunció el mandatario bolivariano se trata de una misma película (estrategia) con otros actores principales, los mismos secundarios, guionistas y coguionistas, pero además, dirigida a un mismo público, de los que algunos aplauden y otros los rechazan por su factura.

Los cierto es que transcurridos los comicios presidenciales del 28 de julio y reconocido Maduro como vencedor en un primer parte oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE) con el 51,20 por ciento, ocurrió lo que estaba organizado de manera meticulosa por Estados Unidos y la derecha nacional e internacional.

El lunes en la tarde Caracas y otras zonas del país comenzaron arder literalmente ante una ola de violencia criminal y fascista que arremetió, sobre todo en zonas y barrios populares, contra todo lo que tuviera que ver con la Revolución y sus símbolos religiosos y patrios.

Como señaló el Presidente reelecto se trató de la típica imagen de las revoluciones de colores impulsadas por los gringos en varios lugares del mundo.

“Estamos enfrentando una arremetida mundial del imperialismo estadounidense, el magnate Elon Musk –interesado en el petróleo y riquezas minerales de Venezuela-, de la derecha internacional extremista y del narcotráfico colombiano”, manifestó el mandatario.

Maduro y otras autoridades advirtieron y denunciaron durante la campaña electoral, y antes, sobre estos planes de cantar fraude y desconocimiento de la autoridad electoral, con el único objetivo de iniciar una escalada de guarimba y violencia en todo el país, similar a los años 2014, 2015, 2017 y 2019.

El plan –como en las ocasiones anteriores- llevaba por objetivo apoderarse del país a través de la criminalidad, el caos, la violencia, la manipulación y la mentira.

Quizás como nunca antes, en este plan desestabilizador tuvieron un rol fundamental el uso de las redes sociales y de los grandes medios de comunicación, los que en total sintonía, desdibujaron la realidad para convertirla en posverdad a través de la manipulación.

El uso de las nuevas tecnologías fue clave en el proceso desestabilizador al lanzar un brutal ataque cibernético contra el CNE y más de una veintena de empresas nacionales de telecomunicaciones, además de servir de soporte para la instalación de un portal web que contribuyera a amplificar la mentira.

“Hoy todas las redes sociales están complotadas contra Venezuela”, denunció el jefe de Estado.

El ataque cibernético al sistema informático, que hasta ayer aún no estaba restablecido en su totalidad, impidió la trasmisión oportuna de los resultados electorales y fue el espaldarazo para sembrar la duda, confusión y zozobra entre la población y en el mundo.

A la par, las bandas criminales de los denominados comanditos creados por el partido de extrema derecha Vente Venezuela, tuvieron como objetivo estratégico la quema de centros electorales regionales, de los cuales 10 resultaron incendiados, y lo intentaron también con su sede nacional en Caracas. Estos comanditos fueron organizados durante año y medio, según el gobernante, y recibieron entrenamientos en países como Chile, Ecuador, Estados Unidos y otros, entre tanto algunos habían retornado al país en la categoría de migrantes mediante vuelos provenientes del país norteño.

De los más de mil 200 capturados por participar en las acciones vandálicas, el 80 por ciento no votaron en las presidenciales y estaban preparados para meter el zarpazo el domingo 28 de julio si hubieran apagado al país como lo tenían previsto.

Asimismo el 85 % son migrantes que retornaron y recibieron adiestramiento en el exterior y miles de dólares, junto a las bandas delincuenciales nacionales que fueron utilizadas en la estrategia golpista.

En un somero balance de los daños, ofrecido por el mandatario, resultaron destrozadas y quemadas 12 universidades, siete escuelas y liceos, 250 módulos policiales y tres hospitales, seis Centros de Diagnóstico Integral, un centro de alta tecnología de salud, 30 centros ambulatorios y una radio comunitaria.

Además de 11 estaciones del metro de Caracas recién recuperadas, un tren y 38 unidades autobuseras, pero también derribaron 27 monumentos y estatuas de Simón Bolívar y Hugo Chávez, y asaltaron y quemaron 10 sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Maduro responsabilizó de todos los desmanes y víctimas ocasionadas al que fuera candidato por la Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González, y a la inhabilitada María Corina Machado, artífices y peones del imperialismo estadounidense en la trama golpista.

Un paso trascendente y constitucional, y podría ser la contención en busca de la paz y la verdad, fue el dado por el Jefe de Estado de acudir a la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia para presentar un contencioso que contribuya a esclarecer lo sucedido, lo cual debe ocurrir en las próximas 72 horas.

El máximo órgano de justicia venezolano demandó al CNE presentar las actas de escrutinio de las mesas electorales a nivel nacional; la de totalización definitiva del proceso eleccionario y las de adjudicación y proclamación del mencionado proceso.

Un elemento de juicio a tener en cuenta es que hasta la fecha solo cinco países (Argentina, Costa Rica, Perú, Uruguay y Estados Unidos) reconocieron en forma oficial a González como «presidente», mientras más de 40 admitieron y avalaron los resultados de las elecciones.

Tomado de: Prensa Latina

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *