Los trabajadores deberán crear el plan de su empresa para 2020

El plan de la economía cubana para 2020 tendrá una nueva concepción: se elaborará sin directivas específicas ni límites, pues saldrá de la participación activa de los trabajadores en cada empresa, informó este miércoles Alejandro Gil, ministro de Economía y Planificación (MEP).

El titular argumentó que la planificación devendrá en una construcción colectiva, en la que se identifiquen las potencialidades de las entidades del país. Anteriormente, se confeccionaba un modelo global de la economía, del cual salían las directivas específicas por sectores, es decir, las solicitudes de bienes y servicios, así como el nivel de importación y de exportación predefinidos que tendría la economía.

De acuerdo con Gil, ahora “no hay camisa de fuerza”, pero habrá que ser objetivo, realista y consciente. Esta nueva manera, reclamada durante años por los trabajadores, también requiere de un cambio de mentalidad, porque “habrá quien esté habituado a que los números le lleguen desde arriba”.

Por tal razón, dijo, este proceso —que por estos días tiene lugar en los colectivos laborales— requerirá del apoyo de la ANEC y de la Central de Trabajadores de Cuba. “El plan que se construya tiene que ser por naturaleza más eficiente que el que salía de arriba abajo”.

Para el próximo año, en medio de las restricciones que presenta el país y del recrudecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos, se puede garantizar crecimiento y desarrollo debido a la existencia de capital humano, una industria nacional con potencialidades por aprovecharse mejor y un comercio exterior más diversificado.

Entre las prioridades mencionó las actividades vinculadas con la producción de alimentos, programas de la vivienda, transporte, informatización y medicamentos. Igualmente tendrá preponderancia el financiamiento a la industria nacional.

Uno de los problemas que lastra el desempeño de la economía cubana es la persistencia de una mentalidad sumamente dependiente a la importación. En los últimos años ha existido una tendencia hacia el incremento de las compras en el exterior, lo cual tiene una repercusión en la actualidad.

Se importan bienes que con esfuerzos se pueden producir dentro del país. Por ejemplo, el alimento animal para cerdos, pues cuando ocurren fallas en su compra aparecen los baches en la producción y comercialización, como sucedió en el último cuatrimestre del año pasado.

“La economía debe ir preparándose para ir disminuyendo gradualmente esas compras, aunque no se resolverá de inmediato”, valoró el ministro en el octavo congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, en el Palacio de Convenciones de La Habana.

 

A tono con Gil, una de las vías para fortalecer la industria nacional es fomentar los encadenamientos productivos, a partir de políticas e incentivos financieros. También se ha concebido potenciar los proyectos de desarrollo local, sobre la base del aprovechamiento de recursos endógenos de los territorios.

Otro tema tratado por el ministro de Economía fue el de las inversiones. Comentó que no pocas veces se producen diferencias entre los estudios de factibilidad y los rendimientos. En esos estudios debe primar el rigor científico.