La organización estudiantil más antigua del país, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), celebra hoy sus 95 años, con las mismas convicciones con las que surgió el 20 de diciembre de 1922, idea del joven revolucionario Julio Antonio Mella.

Sus orígenes se remontan al cruento período de la República Neocolonial, en el que el estudiantado progresista tomaba las calles para defender sus más elementales derechos, entre ellos, el de vivir en una sociedad libre de represión y de sangre.

Un ícono de estas protestas estudiantiles lo fue José Antonio Echeverría, a quien la FEU concedió el título de Presidente de Honor, por su activo liderazgo al frente de esta organización y del Directorio Revolucionario.

Aún sin la presencia de Julio Antonio Mella y José Antonio Echeverría, la FEU a sus 95 años fortalece sus campos de actuación, ahora con objetivos que defienden el estudio, el quehacer científico y la actividad extensionistas como procesos inherentes a la vida de un joven universitario.

Nuestras universidades muestran una realidad muy diferente a la de aquella época en la que surgió la organización estudiantil, en su seno se forman mujeres y hombres con un alto sentido revolucionario, de todas las razas, sexos y de varias nacionalidades del mundo.

Los jóvenes universitarios hoy son protagonistas de las más importantes tareas de impacto social que se llevan a cabo en el territorio, donde no solo articulan el estudio con el trabajo, sino también la voluntad de llevar amor y esperanza, hoy, por ejemplo, a aquellas zonas más afectadas por el paso del huracán Irma.

A sus 95 años, los integrantes de la Federación Estudiantil Universitaria, agradecen el triunfo del aquel primero de enero de 1959, protagonizado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y aquella generación del centenario.

Gracias a ese trascendental hecho que transformó la realidad cubana, hoy los jóvenes universitarios pueden recibir una educación pública, gratuita y de calidad, que les brinda la posibilidad de formarse como profesionales cada vez más competentes.

Por eso quienes pertenecen hoy a la FEU expresan más fuerte que nunca: ¡Aquí estoy yo!, más comprometidos con la Revolución, con el estudio y con el deber de serle útiles a la sociedad en cualquier esfera profesional.