Vive nuestro país, un nuevo proceso electoral. Una vez hecha la convocatoria por el Consejo de Estado, se han desarrollado múltiples acciones con las cuales no sólo se brinda cumplimiento al articulado de la Ley 72, Ley Electoral, sino que se garantiza la total transparencia y carácter democrático de un proceso que tiene en el pueblo su principal protagonista y garante.
Veamos: Desde el artículo tres (3) de la mencionada legislación se deja claro que:” El voto es libre, igual y secreto y cada elector tiene derecho a un solo voto”; en tanto el número cuatro (4) confirma que “Cada ciudadano, con capacidad legal para ello tiene derecho a elegir y resultar elegido en la forma y según los procedimientos fijados en esta Ley; votar en los referendos que sean convocados; estar inscripto en el Registro de Electores del Municipio donde radique su domicilio; verificar que su nombre aparezca en la relación de electores correspondientes a su domicilio; presenciar los escrutinios en los Colegios Electorales”
De lo anterior es fácil determinar que los cubanos nada tenemos que pagar, nada tenemos que dar a cambio para tomar parte en un proceso eleccionario; dicho derecho es nuestro por Ley.
El propio artículo cuatro (4) de la Ley Electoral cubana significa como otros de los derechos: “participar en la asamblea de nominación de candidatos a Delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular que sea convocada en el área correspondiente de su circunscripción electoral; y establecer las reclamaciones que procedan legalmente, ante los órganos jurisdiccionales competentes, para hacer valer sus derechos electorales”.
Otro artículo, esta vez el cinco (5), ofrece elementos contundentes de la esencia democrática del proceso electoral cubano. “Todos los cubanos, hombres y mujeres, incluidos los miembros de los institutos armados, que hayan cumplido los dieciséis (16) años de edad, que se encuentren en pleno goce de sus derechos políticos y no estén comprendidos en las excepciones previstas en la Constitución y la ley, tienen derecho a participar como electores en las elecciones periódicas y referendos que se convoquen”.
Como en todo el país, en Cienfuegos han sido constituidas ya las Comisiones electorales a todos los niveles y ese paso no es mero formalismo, pues los miembros de las comisiones asumen la responsabilidad de organizar, dirigir y validar el proceso electoral, en este caso general pues abarca la elección de los delegados a las asambleas municipales, provinciales y nacional del Poder Popular. En función de cumplir dicho cometido se trabaja incansablemente.
Cuba cuenta con un sistema electoral sólido y dicha condición no se basa únicamente en la legislación que lo sustenta; la participación del pueblo, integrando las comisiones electorales y de candidatura, así como de las mesas electorales, es otro sustento de esa solidez.
Un elemento más: el sistema electoral cubano se ajusta a su historia y realidad sociocultural, avalado por más de cuatro décadas de un quehacer sin demagogias y sobre todo con una asistencia masiva y consciente a las urnas.
Cuando el 22 de octubre concurramos a elegir a los delegados a las asambleas municipales, lo estaremos haciendo por nosotros, nuestras familias; por nuestro presente y nuestro futuro. En una palabra, los haremos por Cuba. (Por Tay Toscano Jérez / Radio Ciudad del Mar / Tomado del Portal de la Radio Cubana)
