Fidel Castro esturante más de 50 años al frente de la Revolución cubana diciéndole No al imperio norteamericano, el cual, además de imponer un bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla, impulsó a sus servicios de inteligencia a orquestar planes para intentar asesinarlo en más de 600 ocasiones.
El triunfo de la Revolución fue el hecho más importante de América Latina en el siglo XX, cuyo proceso inició Fidel que contribuyó a la transformación de un país con grandísimas brechas económicas y sociales, convirtiéndose en un ejemplo para los movimientos progresistas de la región.
Los problemas presentes en Cuba antes de la Revolución, la tierra, la industrialización, el desempleo, la vivida, educación y salud fueron los seis problemas fundamentales presentados por Fidel en su histórico alegato de autodefensa que después se conoció como “La historia me absolverá”, el cual devino como programa político de la Revolución. En él quedaron fijadas las medidas y leyes que deberían tomarse posterior al triunfo para poder superar la situación de crisis social.
Estas medidas afectaron los intereses de Estados Unidos en Cuba, que hasta ese momento fue utilizada como patio trasero. En respuesta, el imperialismo norteamericano impuso un bloqueo económico, comercial y financiero, cuestión que no logró detener los logros revolucionarios.
La salud y la educación son los paradigmas de los cambios que trajo consigo la Revolución en Cuba, pues antes del 59 el país tenía a 9 mil maestros desempleados, con el 23,6% de la población analfabeta, pero para los primeros años ya habían más de 10 mil aulas. 69 cuarteles fueron convertidos en escuelas y tras una campaña de alfabetización la isla se proclamó “territorio libre de analfabetismo” el 22 de diciembre de 1961.
Con el bloqueo impuesto a Cuba, se restringe el acceso al mercado norteño y por tanto no puede comprar, por ejemplo, insumos escolares, materias primas y tecnología y tiene que adquirirlos en otros mercados, como el asiático. Pese a esto, continúa hoy el Gobierno cubano priorizando el sector educativo, destinando para ello el 12% de su PIB. Cuba fue el único país de América Latina que cumplió con los objetivos de educación establecidos en el año 2000 para el planeta entero.
En el plano de la salud, en la década del 50 la mortalidad infantil era de 60 por cada mil nacidos vivos, mientras en el 70 descendió a 38,5 por cada mil nacidos vivos, teniendo en cuenta que a nivel de América latina alcanzaba el 82,5. Pero en el 2014 se registró la tasa más baja de la historia, 4,2 por cada mil nacidos vivos, superando a países desarrollados como Canadá y Estados Unidos. Además cuenta con 481 mil 960 trabajadores de la salud y un médico por cada 133 habitantes y 22 facultades de medicina, donde también se preparan profesionales de la medicina de los cinco continentes.
Hay que destacar también el deporte. Como parte de las transformaciones de la Revolución, antes solo 15 mil personas practicaban alguna disciplina deportiva. Hoy Cuba en la historia de los Juegos Olímpicos atesora 72 medallas de oro, 67 de platas y 69 de bronce, colocándose entre las de mejores resultados a nivel latinoamericano. Esto se debe a que millones de cubanos pueden practicar deportes de forma gratuita en más de 11 mil instalaciones deportivas que tienen lugar.
En el área de la cultura Cuba también es referencia pese a la hostilidad del bloqueo genocida con resultados como el Ballet Nacional de Cuba y la Escuela Latinoamericana de Cine y Televisión, así como la Feria Internacional del Libro que cada año convoca millones de cubanos. Hay una infraestructura creada en el sector de la cultura con más de un centenar de escuelas.
Según cálculos, el bloqueo ha costado más de un billón de dólares. Otro país en esas condiciones quizás no hubiera tenido estos resultados sociales que ostenta Cuba hoy y mucho menos ese espíritu solidario que la caracteriza, de compartir lo que se tiene y de proteger las conquistas para su pueblo, ganándose el apoyo de gran parte del mundo. (micubaporsiempre)
