Con la misma alegría que imponen la responsabilidad de sus cortos años, un nutrido grupo de niños camagüeyanos integran los círculos de interés de cocina, en los que, desde sus escuelas, aprenden acerca de los alimentos, su preparación, propiedades y disfrute.

Seguros siempre porque se saben importantes, los futuros chef de cocina debaten, aportan e intercambian conocimientos y destrezas, aunque tengan que hacer un alto para acomodarse el gorro o apretarse el delantal, algo grande para sus pequeñas estaturas.

 Reconocidos chefs de cocina camagüeyanos, pertenecientes a la Asociación Culinaria de la República de Cuba, en la provincia, asesoran y preparan a estos pequeños que lo mismo juegan con una naranja que aprenden los cortes del tomate o las propiedades del jugo de piña, eso sí, siempre alegres y dispuestos.

 En Camagüey, más de cien pioneros desde segundo a cuarto grado de escolaridad integran los círculos de Interés de cocina, ya organizados en escuelas de siete municipios de esta provincia centro oriental cubana.

 Integran los Círculos de Interés Culinarios, niños de las escuelas Jesús Suárez Gayol, en el municipio de Camagüey; Mario Herrero Toscano, en Vertientes; Jorge Fernández Bello, de Esmeralda y la Álvaro Barba Machado, en la Playa Santa Lucía, donde una alimentación sana, a partir de ingredientes y preparación es tema constante de sus encuentros.

Adorables, impuestos de responsabilidad con sus altos gorros blancos que con orgullo portan, impetuosos a la hora de demostrar conocimientos y siempre, siempre con la picardía y sonrisa que les distingue

 Los futuros chef de cocina del Camagüey, desde su pequeña estatura, se disputan el saber de un milenario arte que involucra a todos, pero que sólo dominan los más avezados, por ello, también en casa muestran sus conocimientos y hasta quieren desplazar a mamá de la cocina lo que conlleva saludables discusiones y la aprobación de todos cuando el plato en cuestión sale bien.