Los caballos árabes del Rancho “San Vicente”  

         

El Rancho “San Vicente”, en Camagüey, atendido por la Empresa Nacional para la Conservación de la Flora y la Fauna, se dedica a la cría de la raza de caballos árabes. En la hacienda se reproducen y mejoran genéticamente esa raza de excelencia, reconocido porte y prestigio. 

El caballo de raza árabe debe su reputación a la inteligencia, carácter fuerte y resistencia sobresaliente. Con una cabeza característica y la cola siempre en alto es una de las razas mejor reconocidas en el mundo.

También fueron muy usados para mejorar otros linajes al añadir velocidad, refinamiento, resistencia y buena estructura ósea. Hoy día, las líneas árabes se pueden encontrar en la raza moderna de caballos que se emplea en carreras de resistencia, equitación, acrobacias, como animal de paseo o en películas de los más variados géneros. 

 Renombrados  ejemplares de esa especie en Cuba y el mundo como Rohara Renuir, Cabalier y Sabiel están en la mente del colectivo  y allí en “San Vicente” está Maharajá, hijo de Rohara, de quien ya hablan los especialistas de que supera al padre con estándar superiores de la raza, y está valorado en más de UN MILLON de dólares.

Al árabe también se le clasifica como una raza de «sangre caliente», una categoría que incluye otros caballos refinados y de carácter fuerte que se cruzan para obtener velocidad, como el Pura sangre y el Bereber.

Estas características la aprovechan los criadores del rancho, situado a unos 25 kilómetros de la ciudad de Camagüey, para buscar nuevos ejemplares pura sangre y los demuestran   en las más de 50 descendencias que del vistoso Maharajá tienen y varias en camino, pues tan fornido y vistoso animal tiene 30 yeguas élites a su disposición para continuar mejorando la raza

 En los ranchos “San Vicente” ,“Domingo García”, en La Habana, y “La Loma”, en Jiguaní,  provincia de Granma,  son los tres del país dedicados a la atención, reproducción y cría de  caballos árabes, pero el camagüeyano es hoy reconocido como el mejor de Cuba en la cría de equinos, centro de Excelencia en el quehacer de Flora y Fauna y  destinado a Rancho Escuela por esos y otros  resultados.

 Para la atención esmerada a sus  cerca de 500 animales, entre ellos cinco  sementales pura sangre  y unas 140 yeguas,  el medio centenar de trabajadores del Rancho “San Vicente” suman  limpieza extrema en las cuadras, magníficos y delimitados potreros,  en sus más de  48 caballerías, un ballín para la monta directa e inseminación, que les permite preservar tanto a los machos como a las hembras y un laboratorio,  obras que en  su mayoría hicieron ellos mismos.

 Alma y guía de todo el colectivo es Arsenio Cuesta Téllez, quien sobre todas las cosas siente predilección por los caballos, los que monta prácticamente desde que nació, pero  desde los años 70, cuando  subió a la grupa de Alfaro, un ejemplar árabe,  decidió su preferencia por esta raza, de la cual dice con propiedad son los más armoniosos y vistosos, y así lo defiende como miembro de la Asociación Internacional de criadores de Caballos de la raza  Árabes.

 Como otros caballos de sangre caliente, la sensibilidad e inteligencia de los árabes permiten un aprendizaje rápido y mejor comunicación con sus jinetes. Sin embargo, su inteligencia también les permite aprender malos hábitos con la misma rapidez  que los buenos. Rápidamente pueden perder la confianza en un jinete inexperto y no toleran prácticas de entrenamiento ineptas y abusivas.

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Entre los éxitos en ferias especializadas de Caballos, el Rancho San Vicente tiene varios como:   

 Gran Campeón :  el caballo Maharajá

Gran Campeona :  la yegua Diana

También las reservas de grandes campeones están en San Vicente, pues lograron además  los títulos de :

 Potro Campeón:  Elio

Potranca campeona:  Estela

Hembra joven campeona: Alina

Macho joven campeón : Antolín

A ello añadieron otros títulos para el Rancho San Vicente, el de Mejor criador equino y Mejor expositor.

Además, Arsenio Cuesta, el Director del Rancho, fue seleccionado como el Mejor en Manejo y Presentación.

En otras categorías también mostraron su valía

Mejor descendencia de un reproductor,  donde se mide lo que son capaces de aportarle a sus hijos: la del semental  Maharajá con 50 hijos

Y Mejor descendencia de una procreadora: la de la Yegua Elvira, con  sus DOS  hijos.

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 El Rancho “San Vicente” en el ganadero municipio de Jimaguayú, desde su entrada, puramente ganadera, con delimitados potreros, se aprecia la manada de yeguas, entre ellas l37 reproductoras, entre los cerca de 500 animales que integran el rebaño total,

 En el rancho camagüeyano están los mejores resultados integrales del país, experiencias que su colectivo se propone aportar a criadores de toda Cuba al convertirse en Rancho Escuela, responsabilidad que asumen con mucha responsabilidad

 Tal reconocimiento es por los logros que muestra San Vicente en el manejo, la presentación y la calidad de los animales que presentan en las diferentes ferias del país y que allí se prepararán todos los compañeros que de una forma u otra intervienen en esa tarea, por ello criadores de todos los ranchos del país pasan por sus magníficas instalaciones durante un período de 15 días, para adquirir mayor destreza y conocimientos en todo el trabajo con las razas equinas y también otras especies.

 Precisa que ellos mismos crearon las condiciones para recibir a los alumnos, lo que implica preparar aulas y áreas de exposición y manejo, porque el objetivo es que al concluir su preparación tengan la destreza, armonía y sobre todo dominio en el manejo de estos animales para atenderlos correctamente en cada lugar donde ellos trabajen

 Allí cada cuadrero tiene asignado un grupo de animales que cuidan como a la niña de sus ojos, tal es el caso de Andrés Pérez Yordi, un joven camagüeyano que no descansa un minuto en las atenciones a Marajá, el fogoso y elegante semental, todo vigor y sangre fresca, al igual que Alexis Infante Blanca, quien atiende a la hermosa yegua Diana, que para orgullo de ambos, trae descendencia de maharajá.

 En un desempeño constante transcurren los días para estos cuadreros y trabajadores en el Rancho San Vicente, en el camagüeyano municipio de Jimaguayú, un lugar que une a la belleza de sus ejemplares equinos de la raza árabe,  la belleza de sus instalaciones, con magníficos potreros bien delimitados, el yumbil en todos los colores, ratificando que está usted en una unidad de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna y sobre todo  un amor a lo que hacen, que también se refleja en las crías ovino caprino, porcino y avícola con que cuentan y sus áreas de autoconsumo

 (Fotos tomadas de www.radiocadenagramonte.cu y www.granma.cu)