El poeta y promotor cultural Alejandro Rodríguez Bermúdez no lo pensó dos veces para acudir a la sede del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) a respaldar, con su firma, el mensaje de los intelectuales cubanos por el aniversario 67 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
«Hemos venido con gusto, en representación de cada una de las filiales y de nuestros colegas y compañeros, a reafirmar y ratificar las palabras de compromiso de la organización y nuestra responsabilidad individual, como artistas y como cubanos, con la nación. En esta isla, el arte y la cultura continuarán siendo trincheras imprescindibles de la Revolución.»
La cantante Marina de los Ángeles Collazo estampó igualmente su rúbrica en el documento, que define la posición de la vanguardia intelectual y artística frente a las campañas imperiales de difamación y los intentos por desacreditar la obra revolucionaria, con el propósito de dividirnos, sembrar el desaliento y promover la restauración capitalista como solución salvadora.
Visiblemente emocionada, la integrante de la multipremiada agrupación Desandann declaró: «Como patriota y artista revolucionaria, siento el deber de dejar clara mi posición en circunstancias como esta, en que se arrecian los ataques contra mi país: ahora y siempre estaré al lado de la Revolución, porque soy de aquí, de Camagüey y de Cuba».
Ante la pregunta de qué representa para un intelectual asistir a un acto como ese en momentos definitorios para la nación, el escritor Ernesto Agüero García no dudó en responder:
«Significa reafirmar todos los valores que nos han conducido hasta este momento y significa, sobre todo, decirle al pueblo de Cuba que somos parte de él, que estamos con él y seguiremos siempre con él, porque para ser un intelectual en este país, lo primero que hay que tener es patria, bandera y vergüenza.»
A propósito de la ya cercana celebración del Día de la Rebeldía Nacional, la presidencia de la Uneac dio a conocer un mensaje que ratifica el compromiso de la intelectualidad cubana con su Revolución y su obra cultural, como continuidad del proyecto emancipador que tuvo en los hechos del 26 de Julio de 1953 uno de los momentos más enaltecedores y sublimes de la nación.
