A quienes, por voluntad propia, marcharon a tierras lejanas

Hoy es uno de esos días en que los muertos rondan mi cabeza. Aunque parecen lejanos aquellos días, en los cuales  en tierras de Angola se luchaba para estabilizar la naciente república, tras siglos de colonialismo portugués,  los cubanos establecieron hace treinta años al siete de diciembre como la fecha para enaltecer el recuerdo de quienes por voluntad propia marcharon lejos, muy lejos, con el espartano escudo y regresaron sobre el escudo.

Combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, reservistas jóvenes y fogueados en la defensa de la Patria, partieron en el silencio cómplice de todo un pueblo, bajo las narices de los órganos de inteligencia de Estados Unidos, incapaces de calcular la cuantía y la bravura del apoyo militar cubano frente a los mercenarios, invasores  del apartheid y los fantoches de la UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola).

Misiones militares internacionalistas cumplidas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la República de Cuba http://www.cubadefensa.cu/?q=misiones-militares&b=d3

 Se alcanzó la primera victoria en Angola y continuó la presencia de los cubanos  la lucha en otros escenarios africanos y latinoamericanos. Decenas de miles de hombres y mujeres que con espíritu altruista se alejaron de la familia, los compañeros de trabajo, el quehacer en la tierra antillana,  se unían dos de los más grandes valores de la Revolución, el patriotismo y el internacionalismo.

Homenaje a quienes viven en la historia brillando para siempre http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/12/07/homenaje-a-quienes-viven-en-la-historia-brillando-para-siempre/

Cada siete de diciembre, en el aniversario de la caída del general independentista Antonio Maceo –aquel mestizo que tuvo tanta fuerza en la mente como en el brazo, según apreciaba José Martí–  se rinde tributo a 2 085 mártires combatientes y 204 civiles, caídos en Angola (La operación “Carlota” duró más de quince años), Etiopía,  Nicaragua, Siria, Congo, Guinea Bissau y Mozambique…

 Desde el año 1989, sus restos mortales regresaron a la Patria; están en los «Panteones de los Caídos», edificados en cada uno de los municipios del país. En esa oportunidad, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz señaló:

«Al escoger esta fecha para dar sepultura a los restos de nuestros heroicos combatientes internacionalistas caídos en diversas partes del mundo, fundamentalmente en África, de donde vinieron los antepasados de Maceo y una parte sustancial de nuestra sangre, el 7 de diciembre se convertirá en día de recordación para todos los cubanos que dieron su vida no solo en defensa de su patria, sino también de la humanidad»

Ya es tradición en la memoria viva o el referencial histórico que los sentimientos de victorias en Angola, Etiopia  y en otros pueblos amigos, se compartan con la amargura  de la ausencia de un compatriota.

¿Cuántos nombres de familiares, amigos, hermanos de trinchera, grabados en las tapas de los nichos funerarios?

Para el combatiente internacionalista era muy fina la línea fronteriza entre la vida y la muerte. Ellos sabían la disyuntiva  cuando escogieron el camino de riesgos y peligros por voluntad propia. Merecen el reconocimiento póstumo quienes fueron vivo ejemplo del altruismo de todo el pueblo cubano.