La Hendija ya tiene 10 años

La Hendija está de cumpleaños. Celebramos la primera década de un proyecto editorial que, si depende de nosotros, será eterno, como son las obras hechas siempre con amor.

 Hoy no podemos evitar el sabor de la alegría mezclada con el dolor por quienes ya no están, desde los lectorescon sus señales de afectos y de curiosidad, hasta los colegas a quienes mantenemos vivos en la silla honorífica de la redacción del Adelante de todos los tiempos.

 Agradecemos a las personas que ayudaron a fundar la página y a quienes contribuyen a edificarla con la lectura paciente y crítica, con las sugerencias de los temas y con la propia voz de sus textos.

 Seguiremos saludando cada último sábado del mes, en la página 8 de la versión impresa de nuestro diario, como hicimos el día del nacimiento, con la voluntad y la alegría de la consumación de un colectivo empecinado en vivir como una generación sin edades.

 La Hendija es el alma multiplicada de los brazos abiertos y se debe a todos.

 Vistazos

 Por Enrique Milanés León/ Colaborador

 Se suponía que un periódico que vino de la era del plomo con sus firmes columnas fuera un producto compacto. Pero un día apareció esta Hendija en la pared de la 8 y no hubo más remedio que mirar. Mientras un puñado de vigías de la redacción se asomaba desde otros ángulos al mundo de los lectores y estos certificaban que el periodismo requiere ese toque de locura que no recomiendan los manuales, no faltaron descreídos que juraban que aquello no podía durar.

 Sin embargo, duró. Aquí está, cual canal de vistazos en ambos sentidos. Cuánto enfoque curioso, cuánta estampa distinta, cuánto tema chiquito ha levantado en peso esta o aquella edición. Porque sin belleza, la verdad cojea y a menudo no puede llegar a su noble horizonte, he ahí una misión del estilo.

 Una década después, la mejor nota de la página es que sigue intacta una certeza: a todo templo de palabras le hace falta una buena hendija, que nunca cierre.

 Una década de sueños

 Por Claudia Artiles Díaz/ Colaboradora

 Yo tenía apenas 14 años aquel sábado de agosto cuando salió por primera vez La Hendija a caminar por las calles de Camagüey. Yanetsy no pensaba aún tener entre los brazos a su Alma, y arrulló esta página como bebé en su regazo. La pensó, batalló por ella, y desde hace una década sueña cada detalle, cada palabra, cada oración.

 Sucesos, personajes e historias de la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe han colmado sus líneas. Ahí, detrás de esa hendija, se halla la más pura camagüeyanidad. Siguió los pasos de Panorama, y bajo la pluma de periodistas como Labrada, Silva, Milanés, no renuncia en su empeño de acercarse cada vez más a las personas que le dan vida con sus historias.

 Es única, con identidad propia, pero, sobre todo, es de Adelante, de su gente. Con caricaturas y crónicas rompe los esquemas, en ese coqueteo ancestral entre la literatura y el periodismo, la imaginación y la objetividad, la combinación perfecta de mitos, de leyendas y realidades.

 Es una página con un diseño ambicioso dentro de un periódico de 60 años; sin embargo, queda por hacer, desde la visualidad y el acercamiento a los públicos, con contenidos renovadores y diferentes. Hay que concebirla para niños, jóvenes, adultos, amas de casa, profesionales, obreros, jubilados... para el Camagüey entero.

 Al lector, Crónicas raras, Pueblo viejo, Para curiosos, Musas y Viñeta, se alternan el último sábado de cada mes con la pretensión de hacer de la página 8 un lugar idóneo para el disfrute de una prosa sencilla, pero atrevida, que busca y encuentra, que atrae y provoca. Hablemos, Tremendo rollo y Escenas cotidianas también aportaron saberes y placeres y reflexiones. Cada sección resulta un pedazo de esta ciudad medio milenaria, el recuerdo de lo que fue, la imagen de lo que quiere ser.

 Brindemos por estos diez años de anhelos impresos, por quienes los materializan, y ponen manos y firmeza en una publicación de fidelidad y decoro por quienes la leen. Cantemos Felicidades y soplemos las velas por una década marcando pautas, por un cumpleaños que deja el listón alto y que continúa sumando retos.

 La Hendija que soñamos está en cada uno de nosotros, en el imaginario popular, en lo anecdótico de una calle, en lo curioso de un personaje, de los conocidos o de los que pasan con absoluto silencio y merecen también nuestra atención. La Hendija que soñamos mira diferente lo cotidiano, y halla, en cada rincón, una historia para contar.

 Donde todos nos asomamos

 Por Eduardo Labrada Rodríguez/ Adelante

 Hace poco, en una charla entre colegas, rememoramos las secciones que a lo largo de la historia de Adelante han signado épocas, y coincidimos en que todas, de una u otra manera, representan una etapa de nuestra sociedad.

 La Carta de Hoy guarda los mejores momentos de aquellos agitados primeros años en el decir de la prensa cubana. En la Calle fue continuadora del periodismo gacetillero, pero a la moderna; luego irrumpió Panorama como página dominical de valores históricos lugareños y, para muchos, un ícono en la prensa ilustrada. La página del jueves publicaba en diversidad de géneros los mejores temas vinculados con la ciencia, el medio ambiente y la naturaleza.

 El brisote de los años difíciles removió todas esas hojas que pasaron a ser historia y puntos de referencia, hasta que, con espíritu de hacer más, se abre La Hendija, sección de no pocos esfuerzos y aire renovador que hoy traza para nuestro Adelante una ruta sobre las primeras luces del siglo XXI.

 La Hendija por donde todos nos asomamos cumple diez años de presencia periodística en un período en el cual las comunicaciones adquieren otra dimensión y para hacer este tipo de periodismo ágil, atractivo y educativo, no basta solo la buena intención, se precisa además cultura, profesionalidad y eficiencia. Por fortuna para quienes prefieren vernos desde la amplia estrechez, esas son virtudes que reúne el colectivo a cargo de esta página, que incluye a diseñadores y correctores, y aquellos que colaboran con lo mejor de su genio, liderados por una joyita que nos ha resultado imprescindible desde su primera sonrisa, nuestra entrañable Yanetsy León González.

 Feliz y duradero cumpleaños.

 Imposible no quererla

 Por Deneb González Méndez/ Colaboradora

 Con ella pasa lo que con los niños, pero en un tiempo menor. Quieres que cuando vea la luz sea perfecta, que con solo mirarla dibuje en tu rostro una señal de satisfacción y orgullo compartido con otros dos o tres, o tal vez más.

 Durante cuatro semanas, sueñas La Hendija de tus sueños. Aunque los textos no provengan de tu pluma necesitas que sean los mejores. Te esfuerzas porque cada imagen hable por sí sola, y cada último sábado del mes le añades una pizca de historia, cultura, identidad, tradición; lo justo como para que se parezca a ella misma y a la vez sea distinta, única.

 Al cabo de diez años es imposible no quererla, y aun desde lejos quieres que siga siendo perfecta.

 

 

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