EL TEATRO PRINCIPAL, HISTORIA Y PATRIMONIO DEL CAMAGUEY

 El Teatro Principal de la ciudad de Camagüey atesora entre sus muros de casi ciento setenta años de recuerdos de espectáculos y artistas memorables y el siempre agradecido espectador.

 En el año 1840, en la hoy calle Padre Valencia, se levantaban los cimientos del Teatro Principal, tercero de su tipo en el país luego del Tacón, de La Habana, del que toma su estructura, y el Milanés, de Pinar del Río.

 El dos de febrero, diez años después, fue inaugurado con la   compañía de ópera de José Miró, maestro de piano y canto español, que presentó la obra Norma, de Vincenzo Bellini. 
Su capacidad para mil quinientos  espectadores y sus favorables condiciones acústicas lo convirtieron en un espacio privilegiado por importantes figuras de las artes escénicas.

 Al el inicio de la gesta independentista cubana fue convertido por los españoles en cuartel de cazadores voluntarios para reprimir cualquier intento revolucionario. 
En el Principal se reanudaron las funciones culturales, pero solo se presentaban obras patrocinadas por la Sociedad Casino Española, evitando que el contenido de los espectáculos se alejara de las intenciones de la metrópolis. 

 Sin embargo, el teatro fue fiel seguidor de los ideales de los camagüeyanos. Se convirtió en escenario de celebración del Día Internacional de los Trabajadores en 1891 y acogió, aún las prohibiciones del gobierno, la más importante asamblea obrera que se había desarrollado hasta ese momento.

 La historia del teatro recoge en una de sus páginas más dolorosas el incendio de 1920, del que sólo quedaron en pie los muros. Seis años después fue reinaugurado y luego de continuas rifas y arrendamientos, pasó a manos de diversos propietarios y empresas. 

A partir de mediados del pasado siglo comienza una época de esplendor del Teatro Principal de Camagüey. Figuras relevantes del arte camagüeyano, cubano y extranjero captaron la atención de los principeños, entre ellas Blanquita Varela, Jorge González Allué, Nicolás Guillén, los pianistas Ernesto Lecuona y Felo Bergaza, Rita Montaner, Esther Borja, Luis Carbonell, la popular orquesta Casino de Sevilla y los Chavales de España.

 Sus tablas acogieron a Alicia Alonso, junto a su recién fundado ballet, interpretando la Odette del Lago de los Cisnes, y el primero de diciembre de1967 el Ballet de Camagüey danzó por primera vez ante el público, convirtiéndose en su principal escenario de presentación y estrenos, hasta nuestros días. 
Pero las artes escénicas no fueron las únicas en agenciarse un lugar en el teatro camagüeyano, hasta el llegó el cine con la primera película parlante que conoció el territorio.

 También se estrenó en 1954 la célebre película Mogambo, del director estadounidense John Ford, recreada en la selva africana del Congo y a la cual debió su nombre un restaurante de la época en la calle Cisneros de la ciudad de Camagüey.

 En el año 1967 fue remozado el teatro  que redujo su capacidad a ochocientas personas, sin afectar las excelentes características de su tabloncillo y sus condiciones acústicas.

 En su tabloncillo innumerables artistas dejaron la huella de su obra, mientras que sus lunetas guardan en secreto las vivencias inolvidables  miles de espectadores que siempre a él regresan.