¿Por qué la moringa?

Muchos, muchísimos, hemos oído hablar una y otra vez de esta planta, pero quizás alguien no sepa que la llaman, con sobrada razón, árbol de los milagros¨, y no es para menos; solo desde el punto de vista médico, se le atribuyen a la moringa oleífera propiedades que contribuyen a la curación de 300 enfermedades.

Desde la desnutrición, los trastornos gastrointestinales o cardiovasculares, dificultades con el funcionamiento de los riñones, el hígado o determinadas inflamaciones, se ha probado con éxito el empleo de sus hojas, raíces, frutos y flores y aun la corteza y las vainas.

Refieren especialistas que resulta útil para purificar el agua, se usa en la producción de etanol y como abono verde, además de constituir eficaz cortina rompe-vientos y como poste vivo en las cercas.

Pero en los últimos tiempos se han divulgado con mayor intensidad y frecuencia sus bondades en la alimentación de los rebaños vacunos, porcinos, ovino caprinos y avícolas.

De acuerdo con un artículo publicado en la revista ACPA (órgano oficial de la Asociación Cubana de Producción Animal) de marzo de 2012, la moringa es rica en anti oxidantes naturales, proteínas, vitaminas y contiene asimismo los ocho aminoácidos esenciales.

A compararse con la zanahoria, es tres veces superior en vitamina A, posee siete veces más vitamina C que la naranja, tres veces más calcio que la leche de vaca y duplica el contenido proteico de ésta, por solo citar algunos ejemplos.

Distintas investigaciones han demostrado que al incluirla en la dieta de los rebaños vacunos se registran considerables incrementos en el peso de los animales y en la producción de leche, que han llegado hasta el 30 %.

Sume usted a ello que se trata de una planta muy resistente a las condiciones de tormenta, sequía, su gran capacidad de adaptación a los diferentes tipos de suelos y a los cambios de temperatura, la facilidad de su reproducción por semillas o por estacas, y tendrá un
cuadro general que le permitirá apostar por esta planta mágica, oriunda del Asia, que por cierto, admite constantes podas para aprovechar sus hojas.

Y sin ser un especialista, y ni siquiera aficionado a las infusiones, puedo asegurar que el té de moringa oleífera, además de su agradable sabor, puede contribuir a mejorar la presión arterial.

Entonces ¿la sembramos o no?