Continúa el rumbo de la Revolución

«Pero sus enemigos no dicen que no fue por posar para la Historia que puso el pecho a las balas cuando vino la invasión, que enfrentó a los huracanes de igual a igual, de huracán a huracán, que sobrevivió a seiscientos treinta y siete atentados, que su contagiosa energía fue decisiva para convertir una colonia en patria (…)» Eduardo Galeano, periodista uruguayo.

25 de noviembre de 1956. Aquella noche en el puerto de Tuxpan, México, bajo una pertinaz lluvia, Fidel supervisa la carga de provisiones en el yate “Granma”, un símbolo de la Revolución Cubana.

Los 82 expedicionarios tomarían rumbo a Cuba para reiniciar la lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista que tuvo como antecedente tres años antes el asalto a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Céspedes, en Bayamo.

El plan era llegar a las costas cubanas el 30 de noviembre en una acción conjunta con un levantamiento de las fuerzas clandestinas en Santiago de Cuba. La travesía por el mar Caribe, sin embargo, les hace una mala jugada con el mal tiempo y las roturas del motor del yate, y llegan con retraso el 2 de diciembre a las costas del oriente de la Isla.

Otra vez hay contratiempos cuando en Alegría de Pío, el 5 de diciembre, un ataque de los soldados del régimen dispersa el contingente revolucionario. Posteriormente, cuando Fidel recibe a Raúl pregunta: ¿cuántos fusiles traes? 5 responde Raúl y él dijo que con los dos que tenía ahora si ganamos la guerra.

Entre reveses y victorias trascurren años de lucha armada en las montañas de la Serra Maestra y luego en el Escambray, en la región central, y el clandestinaje multiplicado en las zonas urbanas.

 Todos están inspirados en la premisa estratégica de derrocar militarmente a la tiranía y la toma revolucionaria del poder, acontecimiento que remueve al mundo el primero de enero de 1959.

Tras el triunfo de las fuerzas rebeldes, la lucha continúa con Fidel en la proa de un gigantesco “Granma” que toma el rumbo por una sociedad de todos y para bien de todos, en tiempos de bonanza y de intranquilidad creadora, frente a las dificultades perentorias cuando el mundo se tornó unipolar liderado por las transnacionales, tras la caída de campo socialista.

25 de noviembre de 2016. 60 años después del viaje en el yate “Granma”. Noche aciaga para los cubanos de buena fe. En mi casa revisaba informaciones internacionales en Internet: Nuevamente, textos y anunciaban el fallecimiento del Líder Histórico de la Revolución. El Comandante en Jefe. como un nockcaut de Teófilo Stevenson reaparecía, sonriente, con nuevas ideas y fotos de amigos, para dejar en al desnudo a El Nuevo Herald, el español El País, o al ABC entre otros paladines de la mentira.

Sin embargo, fuentes confiables se referían al tema. Una llamada telefónica me confirma la triste noticia. Mi señora desde la sala me advierte que Raúl Castro, haría unas declaraciones por la televisión estatal.

     «Con profundo dolor comparezco para informar a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que hoy, 25 de noviembre del 2016 a las diez y 29 horas de la noche, falleció el comandante en jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro Rus. En cumplimiento de la voluntad expresa del compañero Fidel, sus restos serán cremados en las primeras horas de mañana sábado 26.

Pepe qué duro golpe, escribe un amigo en Facebook. Respondo que permanecen las ideas de Fidel, como él nos enseñó a tener siempre presente el ideario de José Martí del bien para todos los cubanos y de la humanidad. Los pensamientos de ambas figuras históricas es lo que hay que defender ahora, como antes y siempre.

A Fidel se le vio por última vez el pasado 15 de noviembre, cuando recibió en su residencia al presidente de Vietnam, Tran Dai Quang. 

Han pasado tres años y te imagino en la proa del Granma siempre con rumbo al futuro de hazañas heroicas en la economía, la vida social y la política internacional. Hoy insistimos en la continuidad de tu legado, cambiando todo lo que debe ser cambiado, en las cualidades de los cubanos…expuestos en tu Concepto de Revolución que resumen las ideas que casi a diario enseñaste maestro de revoluciones.

En cada momento presente y futuro contaremos con omnipresencia de tus ideas y enseñanzas en cada obra o tarea que nos conduzca por el rumbo en el perfeccionamiento de nuestro sistema social, ¡hasta la victoria siempre!