Coincidencias de un homenaje en Birán(+Galería)

A penas unas horas de  inhumadas las cenizas del líder de la Revolución en Santiago de Cuba, un envidiable camino emprendieron los trabajadores de la Empresa de Turismo de Ciudad Santa María de Camagüey, el que condujo a la casa natal de Fidel Castro.

Llegar allí en ese momento fue un privilegio, pues justamente nuestro Presidente Raúl y su familia, acababan de depositar las cenizas de Ramón Castro y su hermana Ángela, en ese lugar histórico.

Nos tocó  entonces a los camagüeyanos presentes, ser los primeros, después de la familia, en rendir merecido tributo a los inolvidables compañeros.

Por supuesto, la visita de homenaje al invencible Comandante, permitió conocer su vida desde la niñez y reafirmar allí el compromiso del colectivo agramontino, en su aniversario 16, de seguir la obra iniciada por el gigante del siglo XX.

En cada rincón del hogar o en las afueras, reinaba el aliento al futuro, el de un Fidel Alejandro dispuesto a conquistar la gloria y trascender el tiempo, tal como lo hizo.

En este encuentro con la historia nos envolvió el olor a cedro y sentimos todo el tiempo rondar junto a nosotros el espíritu de Fidel. Ese espíritu de rebeldía, de lucha, justicia, igualdad, solidaridad y amor infinito a la supervivencia de la especie humana.