Trump y sus ¨Trompicones¨ en el nuevo año

Nada nuevo  exhibió en lo que a pensamiento y acción se refiere el mandatario estadounidense al despedir 2018 y dar la bienvenida al 2019, un año que como era de esperar, continúa cargado de amenazas, insultos, intentos de desestabilizar gobiernos reconocidos internacionalmente  y electos por sus pueblos, presiones económicas, chantajes y … bueno, una enorme etcétera.

Las últimas semanas de la administración Trump transcurrieron con el gobierno en cierre, algo que ha ocurrido más de una vez en la primera potencia del orbe, la cual  según proclaman sus adalides, es  la meca de todas las bondades de la democracia (a su manera, claro).

Según un análisis de Telesur, no menos de 800 000 empleados públicos permanecen laborando sin cobrar sus salarios… y la cuenta sigue en aumento y se prolonga en el tiempo.

Sin embargo, al magnate devenido hazmerreir de medio mundo por sus payasadas tan absurdas como peligrosas, no le tembló la mano para aprobar hace algunos meses,  el mayor presupuesto militar de la historia, superior a los 700 MIL millones  de dólares, y continúa con desatinos tales como la construcción del famoso muro que lo separará de México y lo salvará de los ¨seres inferiores¨ que pretenden invadir su rubia nación.

Su  manía de pelear con todos lo ha llevado a polemizar hasta con la Reserva Federal, institución a la cual acusó de ineficiencia y de constituir una traba para el buen funcionamiento de las finanzas del país.

Agregue usted sus diatribas en Twiter en las cuales a diario arremete ¨contra todas las banderas¨ en una infinita paranoia y tendrá una parcial explicación de porqué el nivel de aprobación del hombre del Salón Oval  no alcanza ni remotamente una media  más o menos satisfactoria, mientras sus seguidores  miran constantemente sobre el hombro, a la espera de un despido o una democión, sin que para ello se requieran justificaciones.

Como decimos los cubanos ¨la tapa al pomo¨ se la puso el abandono de Estados Unidos y por supuesto Israel, de la UNESCO, organización internacional a la cual dicho sea de paso, la potencia militar y financiera adeudaba cuotas por valor de 600 000 millones de dólares.

Nada, que el hombre  es como un puerco espín, que eriza púas hacia todos lados, pero al contrario que el animalito, no lo hace como mecanismo de defensa, sino para fastidiar al prójimo, sea quien sea y donde quiera que se encuentre… aunque podría pincharse a sí mismo.