La letra del himno

Las ideas que siguen obedecen a un recuerdo, o para ser más exactos, a una cadena de recuerdos que se eslabona desde aquel primer desfile por el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, al que asistí hace bastante más de 50 años.

Y lo que los asombrados ojos infantiles grabaron para siempre fue ese mar de personas que se repite cada primer día del quinto mes, bajo el excesivo calor veraniego, o en ocasiones bajo las lluvias que caracterizan a esta etapa del calendario, a pesar de que hace algunas décadas se habla y se experimenta lo que es el cambio climático que atrasa la primavera, juega con las temperaturas y agita a miles de científicos en todo el orbe.

Se dirigen por calles, avenidas, caminos y carreteras hacia las plazas en los municipios y capitales de provincia, verdaderos torrentes humanos que luego se concentran para esperar el discurso inicial de una muy bienvenida brevedad, el cual da paso al desfile multitudinario y en apretados bloques.

Así, pasan los curtidos obreros azucareros y los agricultores,  los ganaderos con sus características camisas a cuadros y sombreros alones, prestigiosos intelectuales, médicos y enfermeras, estudiantes, constructores de blancos cascos, combatientes y educadores, hombres, mujeres y niños (hasta esos que quedan inmortalizados en la clásica foto de un padre con el pequeño de uno o dos años sobre los hombros, agitando una minúscula bandera cubana) todos con paso seguro para demostrar la incontrastable verdad.

Una escena que reafirma en cada mayo  lo que señala la letra de ese  himno cubano en honor a la fecha, que llama a todos por igual para el aporte decidido y de compromiso a la realización de la obra común.

Nos llaman las estrofas a la ¨unidad, unidad, unidad¨ que se repite en ¨…dame tu mano trabajador… unidos todos,  codo con codo…¨ o cuando el patriótico canto nos explica:

¨La lucha nos enseña la táctica mejor: unidos venceremos a cualquier agresor… y nos recuerda el deber ante todo:

¨Estudio, trabajo, fusil, nuestras armas en la lucha por la paz…¨

Seguido de la inquebrantable consigna de este pueblo heroico:

¨Venceremos, venceremos, venceremos… unidad, unidad, unidad¨

Hoy es el día pues, en que marchamos todos,  con el paso firme de los soldados de Fidel en plena Sierra, con las ideas claras como los arroyos que bajan cantarinos de la montaña y la mirada limpia y radiante como los rayos  del sol cuando asoman para iluminar la imagen del Apóstol que preside lo más alto del Pico Turquino.