En Camagüey Brigada de Solidaridad Venceremos

 Integrantes de la brigada de solidaridad Venceremos visitan esta provincia, como parte de las actividades que realiza en Cuba su contingente número 50, desde el pasado 23 de julio. En total, son 63 los activistas que visitan la tierra de El Mayor desde este viernes, procedentes de 14 estados norteamericanos.

Fue precisamente al pie del monumento al Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz, en la Plaza de la Revolución que lleva su nombre, donde los brigadistas iniciaron su recorrido por este territorio. “Conozco un poco la historia de Camagüey y del papel de Ignacio Agramonte en la guerra de independencia. Quiero documentarme lo más que pueda para llevar a mi pueblo todas las experiencias de los lugares que hemos visitado”, afirmó Nadir Rubén Romo, uno de los brigadistas, de 36 años de edad. “Es poco el conocimiento real que tiene la mayoría del pueblo de Estados Unidos acerca de la realidad de Cuba. Vine por primera vez en 2011 y fue cuando conocí la historia y la sociedad de Cuba”, aseguró.

Es la cuarta vez que este administrador de una escuela de la ciudad de Los Ángeles, California, visita la Isla, y afirma que no será la última. “Para nosotros lo más importante es el quiebre del bloqueo y la devolución de la bahía de Guantánamo. Lo que más me mueve de lo que he visto es la continuación de la idea de colectivismo y la cooperación que tienen entre todos”, concluyó.

En el salón Jimaguayú, la delegación rindió tributo además a Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana y el inspirador de la creación de la Venceremos hace ya 50 años. Allí, Yoseily Góngora López, vicepresidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, dio la bienvenida a la delegación, en una sencilla ceremonia en la que también participaron otros dirigentes del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba.

La Vicepresidenta camagüeyana dio a conocer a los norteamericanos la rica historia que engloba el salón Jimaguayú: no solo lleva el nombre del sitio donde cayó en combate el Mayor General Ignacio Agramonte, sino que también albergó los restos mortales de Fidel Castro los días 1 y 2 de diciembre de 2016, cuando recorrían la Isla antes de ser depositados en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba.

“Conocemos los esfuerzos y el desafío que ustedes enfrentan, así como los riesgos que corren al viajar a Cuba, situación que se ha recrudecido a partir de la administración de Donald Trump”, afirmó Góngora López en alusión a que la Brigada nunca ha solicitado al gobierno norteamericano permiso para viajar a la Mayor de las Antillas, en franco desafío a la prohibición vigente.

La lideresa gubernamental les agradeció su visita y los invitó a recorrer sitios de interés económico y social de la provincia durante su estancia de dos días, así como a continuar trabajando para que las políticas del gobierno norteamericano contra la Isla sea “una estrategia totalmente derrotada por la solidaridad”.

Entre los que se afanan actualmente por conseguir ese fin, se encuentra Rochelle Faroul, de la ciudad de Nueva York. De 34 años, la joven es una de los que han llegado a Cuba por primera vez. Y aunque habla muy poco español, afirma que lo que más la ha emocionado es “poder compartir con la gente de varias partes del país, sobre todo con las personas de color, como yo.” Ella nació y se crió en los Estados Unidos, pero su padre proviene de Haití y su madre, de Barbados. “Creo que tengo la responsabilidad, como descendiente de esos países, de venir; pues Cuba ha dado mucho para apoyar al pueblo de Haití, y también a Barbados durante su lucha por la independencia en los años 60”, manifestó.

A su regreso, tendrá mucho que contar a sus compañeros de trabajo en Filadelfia, ciudad del estado de Pensilvania. “Me ha impresionado mucho el orgullo nacional de los cubanos, que combinan con el internacionalismo: pienso que no hay otro país en el mundo que sea igual. Cuba ha sido parte de mi propia educación política, como ejemplo y motivación”, reconoció.

Malcolm Sacks es otro neoyorkino de los que ha llegado a la Isla. “Este es mi décima vez con la Brigada. Vine por primera vez en 2009, cuando tenía 19 años, y he venido cada año consecutivamente.” A lo largo de esta década, el profesor de una escuela de enseñanza media superior ha podido comprobar el impacto de las restricciones del gobierno norteamericano en la vida cotidiana de los cubanos. Sin embargo, “veo que la gente aquí sigue luchando, se hacen más fuertes cada vez”, dice con naturalidad en un casi perfecto español.

No obstante, él conoce la magnitud del daño que provoca el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a la Isla. “Creo que las políticas de Tump hacia Cuba son criminales. El bloqueo no solo viola el derecho de los cubanos a determinar su propio destino sino también afecta la soberanía de otros países y nuestros propios derechos como ciudadanos norteamericanos”, afirmó.

Estos jóvenes, y sus compañeros de mayor edad, realizarán una jornada de trabajo voluntario en el organopónico Tínima, en las afueras de la ciudad cabecera provincial, como parte de su estancia en Camagüey. También recorrerán centros dedicados a la cría y mejoramiento genético de ganado mayorinstituciones de salud, y otros lugares de interés cultural e histórico como el Museo Casa Natal de Ignacio Agramonte, ubicado en el centro histórico de la urbe.

La Brigada de Solidaridad estará en Cuba hasta el próximo 13 de agosto, aniversario 94 del natalicio de Fidel Castro. Creada en 1969, la Venceremos ha viajado ininterrumpidamente a la Isla durante las últimas cinco décadas para manifestarse a favor de la Revolución Cubana y en contra de la injerencia estadounidense en los asuntos internos de la nación antillana.