El flaco Afón

Quien lo juzgara por su figura, larga como una vara, y de extrema delgadez, difícilmente podría imaginar la fuerza y la agilidad que poseía Juan Egido Afón, uno de mis más entrañables amigos y fraternal colega desde aquellos primeros tiempos en que, siendo apenas un niño de 20 años, daba los primeros pasos en el periodismo, como redactor de noche en la emisora provincial.


En esa época el flaco era foto-reportero del rotativo Adelante, donde había construido una muy bien ganada fama de audaz en la realización de su labor profesional, al mismo tiempo que un hábil especialista en ese arte de plasmar en papel las imágenes de la vida real. Las fotos más difíciles y arriesgadas las conseguía Afón, aunque para ello tuviese que trepar a lo algo de un árbol, o encaramarse en una grúa, o subir a un tejado donde, a pesar del precario equilibrio y el elevado riesgo personal, ¨agarraba¨ el instante preciso que, como reza la antigua sentencia, decía más que mil palabras. Pero era además un hombre de sonrisa fácil, de la broma oportuna e ingeniosa, algunas de las cuales ocupan espacio de privilegio en el anecdotario de los periodistas que peinamos canas en Camagüey (y algunos que ya ni canas peinan, porque perdieron todo el cabello). Claro, muchos de esos momentos del buen humor de ese maestro de foto-reporteros no son ¨aptos para menores de 50 años¨ o algo así, por el subido tono de su jocosidad más que cubana, aunque se decía que era descendiente de filipinos. El problema de un amigo, de la índole que fuese, pasaba de inmediato a ser ¨su ¨ problema, y se aplicaba a resolverlo con todas sus fuerzas y total dedicación. Servicial, no se guardaba nada en la manga cuando se trataba de enseñar a un novato, y aún a quienes llevaban cierto tiempo en el ejercicio de su difícil profesión, quienes lo recuerdan con cariño especial y agradecimiento ilimitado; muchos de sus discípulos hoy exhiben una brillante hoja de servicios, con importantes premios incluidos. Dejó  el periódico y pasó a formar parte, en el año 1975,  de la reducida y selecta plantilla de la naciente Agencia de Información Nacional (hoy Agencia Cubana de Noticias) desde la cual continuó construyendo su imagen de periodista capaz, inteligente, excelente compañero y amigo a toda prueba. Cobertura fotográfica a visitas de Fidel Combatiente internacionalista, corresponsal de guerra, el flaco Afón estuvo en las más importantes coberturas de prensa de su época, incluidas las visitas de Fidel y Raúl a la provincia, y arriesgó (no exagero) su vida en pos de imágenes singulares de inundaciones y huracanes. La vida lo golpeó muy duro, y murió todavía joven y cuando le quedaba mucho por hacer en su amado oficio; colegas y amigos sintieron en lo más hondo su ausencia definitiva, y en la intimidad de mi familia se derramaron lágrimas sinceras.

  • Falleció a los 60 años de edad, víctima de cáncer.
  • Autodidacto en su formación profesional, se le  reconoció por la calidad de su trabajo.
  • Combatiente internacionalista en Angola.
  • Cumplió tareas de su oficio en Nicaragua y en países europeos.
  • Jurado en numerosos concursos nacionales y provinciales.

Porque al flaco había que quererlo, y la suma de sus virtudes sobrepasaba en mucho sus muy discutibles defectos. Aún lo recuerdo cuando yo tocaba a la puerta del cuarto oscuro donde revelaba sus materiales y lanzaba su  habitual: ¨¿Qué hay…?¨ Para de inmediato, al reconocerme, exclamar: ¨Ahora voy, Juan Francisco…¨ Jamás me nombró de otra forma, ni por mi nombre, ni por el apellido,  aquel entrañable amigo de tantos años, a quien le debo las primeras fotos de mis hijas y mi más profundo sentimiento de amistad…allá donde esté, le mando mi abrazo y el amor de los míos.