Burocratismo bueno

La tendencia por la confusión o falta de orientación en torno a cualquier trámite, es colgar un letrero de “burocratismo”. El cartel, realmente, oculta resquicios en la correcta manera de llevar a cabo la diligencia de documentos y de esa forma, el voluntarismo negativo menoscaba la razón teórica, jurídica.

Tales puntos de vista se reflexionaron durante uno de los habituales encuentros del Consejo de la Administración Provincial con reporteros de la prensa escrita, radial y televisiva en Camagüey. El tema informativo de esa jornada se refería a las ilegalidades sobre las regulaciones del Instituto de Planificación Física (IPF).

En el intercambio, se conoce un rosario de anécdotas, documentos y estadísticas expuesto por Leonel del Risco, director del IPF en la provincia, que corresponden a las indisciplinas en el plan de ordenamiento territorial y urbanístico.

Al inventario de más de 14 mil ilegalidades detectadas hace cinco años en la provincia, aún quedan por solucionar unas 2 mil 580. Alrededor de la mitad de esa cifra será tratada con todo rigor en el presente año, aunque ya en el primer cuatrimestre se reportan atrasos.

Hay quienes individualmente o como representante de una entidad estatal se saltan el paso del papeleo en el burocratismo bueno y como consecuencia, son quebrantadas reglas urbanísticas con la modificación de fachadas; roturas en las aceras y calles para variadas instalaciones y reparaciones; equipos de climatización con vista a la calle; además de la obstrucción de las vías para aguas pluviales.

Otras violaciones reiteradas se vinculan al auge de la comercialización minorista y servicio técnico –estatal o privado- con la incorrecta colocación de toldos y carteles, puntos de venta que obstruyen el paso de las personas, y variedad de artículos colgados en rejas y ventanas de las viviendas, en mediocre función de oferta pública.

Punto y aparte, es la situación en la Playa Santa Lucía, aun cuando se ha avanzado en la eliminación de edificaciones para proteger el ecosistema costero, persisten problemas no asumidos con la celeridad necesaria en los llamados servicios al turismo y otras dependencias que deben ser trasladados hacia “Palmas de Lucía” (Las 80), por cierto, se requieren acciones conjuntas para mejorar la infraestructura de ese asentamiento urbano.

Por el plan de ordenamiento, muchas áreas del balneario al norte de Camagüey están comprometidas para la construcción de campos de golf, hoteles, parcelas de áreas verdes, servicios extrahoteleros y otros destinos del desarrollo turístico de esa zona.

De cierta manera, se piensa con muy buenas intenciones en una determinada obra constructiva, incluso de gran magnitud, para la cual se realiza un proyecto, contratan materiales, equipos, empresas… y a veces comienzan las labores sin que se haya concertada la documentación requerida.

No se trata de que el Instituto de Planificación Física –adscrito al Ministerio de Economía y Planificación—con el llamado “papeleo” obstruya loables objetivos. La demanda está dirigida a lograr un orden en los procedimientos legales, en la disciplina en materia del ordenamiento territorial y el urbanismo. Por tal razón, es necesaria la atención al burocratismo bueno.